La razón por la que debes meter las patatas en el lavavajillas: ahorrarás dinero y tiempo

Seguro que nunca podrías haberte imaginado que el truco definitivo para cocer las patatas en la mitad de tiempo es meterlas en el lavavajillas. Son uno de los alimentos más comunes por su amplio abanico de beneficios para la salud y su versatilidad en la cocina. Las patatas cocidas se pueden utilizar para la elaboración de muchísimos platos, como la ensaladilla rusa.

Para que las patatas se cuezan rápidamente, lo que debes hacer es lo siguiente. Lo primero es lavarlas con abundante agua, sobre todo si tienes pensado comerlas con piel. Estas pueden tener restos de tierra, impurezas, e incluso posibles químicos que se hayan utilizado para su cultivo o posterior producción.

¿Cómo cocer las patatas en el lavavajillas?

Una vez limpias, coloca las patatas en la rejilla del lavavajillas limpio y vacío. Pon un ciclo de lavado rápido, y en apenas unos minutos, tendrás las patatas cocidas. Como resulta lógico, no debes añadir jabón ni abrillantador. Este truco resulta especialmente útil cuando, por ejemplo, tienes muchos invitados a comer en casa y necesitas cocer una gran cantidad de patatas.

Existe otra opción para cocer las patatas de manera rápida y sencilla. En este caso, lo que tienes que hacer es lavarlas bien y hacer unos orificios en la piel con un tenedor para que no se inflen mientras se cocinan. Ponlas en el microondas durante unos minutos y estarán listas.

¿Cómo conservar las patatas?

Para conservar las patatas y evitar que germinen, es importante conocer una serie de consejos prácticas. Son alimentos que necesitan aire, por lo que lo mejor es colocarlas en una bolsa de tela o en una caja de madera con papel de periódico. Una bolsa de plástico no es una buena opción.

Más allá del envoltorio, la temperatura es un aspecto crucial. Por lo general, los hogares suelen estar a una temperatura de unos 20 grados, que es demasiado elevada para la adecuada conservación de las patatas. Guardarlas en la nevera no es una buena alternativa, porque las patatas terminarán poniéndose rancias.

El mejor sitio para guardarlas en un lugar oscuro y fresco, como la despensa o el trastero. Debe estar alejado de la luz solar porque esta hace que las patatas pierdan turgencia y tamaño, favoreciendo la aparición de sustancias químicas como la clorofila y los glicoalcaloides. En caso de que interaccionen entre sí, las patatas se volverán a ser amargas y adquirirán un tono verdoso. Incluso podrían volverse tóxicas y, por lo tanto, ser peligrosas para su consumo.


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