El presidente de Colombia, Gustavo Petro, pronuncia este martes un discurso acompañado de la primera dama, Verónica Alcocer, y su hija Antonella.Mauricio Dueñas Castañeda (EFE)
La semana pasada se produjo una escena que dejó desconcertada a gran parte de la población peruana: un batallón descomunal de la Policía Nacional (PNP) marchaba por el centro histórico de Lima, exactamente frente al Poder Judicial. Era la imagen más poderosa de las fuerzas del orden desde hace dos meses, cuando se desataron las movilizaciones en contra del Gobierno de la presidenta Dina Boluarte. Fue una demostración de poderío y, claramente, un mensaje de autoridad para quienes continúan saliendo a las calles para elevar sus reclamos.
Al ser consultado por las imágenes, el presidente de Colombia, Gustavo Petro fue rotundo: “Marchan como nazis contra su propio pueblo, rompiendo la Convención Americana de Derechos Humanos. La Convención no solo se aplica a Gobiernos de izquierda. Doble moral el que hace eso. Se aplica a todos los Gobiernos”, remarcó. Sus declaraciones no cayeron nada bien en las bancadas de derecha ni en el Ejecutivo. La ministra de Relaciones Exteriores, Ana Gervasi, calificó lo dicho por Petro de “inaceptable” y “fuera de lugar”.
Hoy, la Comisión de Relaciones Exteriores, que encabeza la expresidenta del Congreso Maricarmen Alva Prieto, aprobó la moción mediante la cual expresa su rechazo hacia las declaraciones de Petro y lo declara persona non grata. La mayoría fue absoluta: 13 votos a favor, 3 abstenciones y ningún voto en contra. El documento, que lleva el aval de parlamentarios de diversas bancadas, sostiene que las expresiones de Petro “constituyen una ofensa a nuestra Policía y a la República del Perú al banalizar al holocausto, así como al pueblo judío, mucho de cuyos integrantes son peruanos”.
La moción propone algo más contundente que desaprobar sus palabras. Invoca al Ministerio del Interior y al Ministerio de Relaciones Exteriores “para que cada uno dentro de sus competencias realicen las gestiones necesarias para garantizar que el señor Petro no ingrese al territorio nacional”. Ello fue refrendado por la propia Maricarmen Alva, congresista de Acción Popular: “Exhortamos a Migraciones para que vea la posibilidad de no dejarlo ingresar al país. Por lo menos que pida disculpas”. La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores agregó: “Esto no es cortar las relaciones diplomáticas. Son distintas etapas. No podemos dejar de pronunciarnos. El Congreso es un fuero político y nosotros tenemos que defender a nuestra Policía Nacional. Las expresiones de Petro no son de un presidente amigo. Es una vergüenza esa comparación”.
En contraposición, Silvana Robles, congresista de Perú Libre, el partido que llevó al poder a Pedro Castillo y su ministra de Cultura hasta su fallido autogolpe de Estado dijo: “La derecha no detiene su plan en la ruptura de nuestras relaciones internacionales de cualquier régimen que denuncie los abusos de la dictadura de Dina Boluarte”. En diciembre pasado, el Ejecutivo declaró persona non grata y expulsó al embajador de México en Perú, Pablo Monroy, después de que el país norteamericano le brindara asilo político a la familia de Pedro Castillo.
En cualquier caso, el acuerdo en contra del mandatario Gustavo Petro todavía debe ser elevado al Pleno de la Cámara para su debate y eventual aprobación. Que la moción no haya obtenido ningún voto en contra da una pista sobre el panorama que se avecina.
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