Los equipos de emergencias recuperaron alrededor de este mediodía otros dos cadáveres entre los escombros del edificio que se derrumbó este domingo en la ciudad francesa de Marsella, lo que aumenta el balance de fallecidos confirmados a cuatro, mientras que otras cuatro personas siguen desaparecidas.
Las últimas víctimas fueron confirmadas por el secretario de Estado de Vivienda francés, Olivier Klein, en declaraciones a los medios mientras visitaba el lugar del siniestro junto al alcalde de Marsella (sur de Francia), Benoît Payan.
“La búsqueda se desarrolla con prudencia porque la esperanza de encontrar supervivientes aún está presente. Los bomberos llevan a cabo un trabajo extremadamente minucioso. Es un trabajo largo, difícil”, detalló Klein.
El inmueble siniestrado se encuentra en el número 17 de la calle de Tivoli y el derrumbe, que se produjo en torno a las 00.40 horas (23.40 GMT) de la noche entre el sábado y el domingo, afectó también a los edificios colindantes.
Ese mismo día las tareas de rescate se habían visto enormemente dificultadas por un incendio en los restos del inmueble.
La fiscal de Marsella, Dominique Laurens, había indicado en una rueda de prensa durante la tarde del domingo que había hasta ocho personas que “no responden a las llamadas”, todos ellos habitantes del número 17.
Igualmente se sospechaba de la desaparición de una vecina del número 19, que también se derrumbó parcialmente, pero este lunes se confirmó su paradero sana y salva.
La principal hipótesis es que el desplome fue ocasionado por una explosión, posiblemente por culpa de una fuga de gas.
El derrumbe afectó inicialmente a 33 vecinos, de los cuales 6 tuvieron que ser trasladados al hospital. Cinco se encontraban en estado de “gravedad relativa”, según detalló el primer edil de Marsella, y otra persona de edad avanzada tuvo que ser ingresada por encontrarse en estado de shock.
Posteriormente, la necesidad de desalojar hasta 32 inmuebles de la zona, por seguridad, dejó algo más de 160 evacuados.
El suceso despertó una fuerte conmoción en Marsella, ciudad que ya sufrió en 2018 el colapso de dos edificios antiguos con un balance de ocho víctimas mortales.
Aquellos sucesos, además, destaparon una grave crisis de vivienda por el mal estado de muchos edificios de la ciudad, lo que obligó a trasladar a algo más de cuatro millares de vecinos.
En esta ocasión, las autoridades locales han asegurado que el edificio no se encontraba en mal estado.
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