Bruce Springsteen salió ayer al escenario del Estadi Olímpic Lluís Companys ante 60.000 personas con toda su energía, fuerza, pasión, carisma y entrega, para ofrecer un espectáculo increíble.
Orgullosa está Barcelona de tener una comunión tan especial con el cantante de New Jersey. Ni el clima hizo amedrentar a todo el público. Sobre las 17:00 de la tarde empezó a llover en la ciudad condal. En cualquier otro concierto hubiera significado bajas en las gradas, en Barcelona no. El público, con paraguas, impermeables, bolsas de plástico o lo que tuvieran a mano, fue llegando al Estadi. Todos sabíamos que ese concierto se iba a celebrar.
Salió ‘on time’! No se hizo esperar ni un minuto. Es más, apareció antes de la hora. Como en el primer concierto. Bruce tenia ganas de ofrecer un espectáculo único, al alcance de muy pocos artistas. El directo que tiene ‘The Boss’ es pura energía, no hubo ni un segundo de descanso. Durante 3 horas se siguieron uno tras otro los temas. La última hora del concierto fue el momento con los ‘hits’ clásicos: ‘Born in The USA’, ‘Glory Days’, ‘Mary’s place’, ‘Thunder road’… Éxtasis total.
Solo Bruce Springsteen y la E Street Band pueden conseguir el efecto de detener el tiempo. Durante las 3 horas que duró el concierto, la comunión con el público fue espectacular. Un solo movimiento de su dedo hacía callar a todo el público, un solo acorde ya desataba la emoción al reconocer la canción, y un solo fue el final del concierto. ‘I’ll see you in my dreams’ fue la última canción del repertorio de la noche. “Bona nit! Us estimem Barcelona, Catalunya!” fueron las palabras de despedida.
‘Last Man Standing’ sonó a mitad del concierto. Un mensaje claro para todo el mundo que podía pensar que esta sería su última actuación en Barcelona a sus 73 años. ‘The Boss’ es y será. Barcelona te espera. ¡Hasta la próxima!