El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha aterrizado en Roma la mañana de este sábado como primera parada de una pequeña gira europea que lo llevará el domingo a Berlín y a Aquisgrán, donde recibirá el premio Carlomagno. El líder ucranio se reunió primero con el presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella. Después se vio con la primera ministra, Giorgia Meloni. “Es una visita importante para nuestra victoria”, señaló nada más aterrizar. Esta afirmación contrasta con la idea que planeó sobre su tercer encuentro, en el Vaticano, con el papa Francisco. La Santa Sede, dicho por el propio Pontífice, trabaja desde hace meses en una misión de paz para lograr un acuerdo que ponga freno a la escalada violenta. El problema, según el ministro de Exteriores del Vaticano, Paul Gallagher, es que el momento no parece haber llegado todavía. Y que dicho plan no parece ser compartido por Zelenski, que pidió a Francisco que se una al suyo.
Las palabras del líder ucranio tras el encuentro con el Pontífice demostraron ir en esa línea. Zelenski se refirió a uno de los puntos de discrepancia que mantiene con la línea de equidistancia escogida por Francisco, que le ha costado algunas críticas desde Kiev. “Le pedí [al Papa] que condenase los crímenes rusos en Ucrania. Porque no puede haber igualdad entre víctima y agresor. También hablé de nuestra fórmula de paz como el único algoritmo efectivo para conseguir una paz justa. Le propuse unirse a esa implementación”, señaló en su cuenta de Twitter oficial.
I met with Pope Francis @Pontifex.
I’m grateful for his personal attention to the tragedy of millions of Ukrainians. I spoke about tens of thousands of deported 🇺🇦 children. We must make every effort to return them home.
In addition, I asked to condemn 🇷🇺 crimes in Ukraine.…
— Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) May 13, 2023
Zelenski, con su habitual atuendo militar (jersey negro y pantalón verde), fue recibido en el aeropuerto de Ciampino por el vicepresidente del Gobierno y ministro de Exteriores, Antonio Tajani. Luego fue conducido al hotel donde se hospeda (el Parque de los Príncipes) y, posteriormente, trasladado al Palacio del Quirinal, donde fue recibido por Mattarella y cantó el himno nacional ucranio con la mano en el pecho.
El jefe de Estado italiano siempre ha sido un atlantista convencido, defensor sin fisuras de la posición de Ucrania en este conflicto y de la necesidad de brindarle apoyo a través de la fuerza militar de la OTAN. “Es un honor recibirlo en Roma. He pedido poder reunirme con usted otra vez después de nuestro coloquio de años atrás en esta condición distinta. Estamos plenamente a vuestro lado”, lanzó. “Italia estaba y está de la parte justa”, replicó su homólogo.
Plena sintonía con Meloni
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Después de Mattarella, Zelenski se reunió con Meloni, en un encuentro que duró unos 70 minutos. Es la segunda vez que ambos dirigentes se ven ―la primera fue en Kiev― y tienen oportunidad de mostrar su plena sintonía. La primera ministra, de hecho, es hoy una de las mayores defensoras del envío de armas a Ucrania para propiciar la victoria contra Rusia. O al menos, como señala a menudo, para permitir que se establezca una negociación en igualdad de condiciones.
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, saludaba a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, este sábado en el palacio Chigi, en Roma.ALBERTO PIZZOLI (AFP)
“La paz será justa solo si Rusia termina con sus hostilidades. No somos tan hipócritas de llamar paz a algo que pueda parecerse a una invasión. Cualquier acuerdo de paz tendrá que ser compartido por Ucrania. Y continuaremos con el apoyo militar para que puedan llegar a una mesa de negociación con una posición sólida. Lo contrario sería peligroso para la paz en Europa”, dijo la presidenta del Consejo de Ministros.
Meloni mostró un apoyo radical a la posición de Zelenski y a sus aspiraciones de entrar en la Unión Europa: “Hemos decidido tener un papel decisivo al apoyo de la integración de Ucrania en la UE”. También se mostró favorable a que pueda entrar en la OTAN. El presidente ucranio agradeció la ayuda de Italia y, entre otras cosas, respondió con la necesidad, además, de crear un plan para que se pueda volver a la escuela y las universidades con seguridad. “Salud, educación y energía. La ayuda que necesitamos ahora es para dar cobijo a la gente que se ha quedado sin casa”.
Al término de la comparecencia conjunta entre Meloni y Zelenski, coincidiendo con el día de la Virgen de Fátima, el presidente ucranio se dirigió al Vaticano para reunirse con el papa Francisco. El encuentro, que duró unos 40 minutos, se produjo en medio de la misión de paz vaticana para Ucrania, anunciada por el Pontífice en el vuelo de regreso de su reciente viaje a Hungría. De este plan no se conocen detalles, aunque una fuente vaticana ha señalado a medios rusos que la cita “no está directamente relacionada” con la misión, y que Zelenski solicitó verse con Francisco “hace solo unos días”.
El Vaticano, en un breve comunicado, explicó que “los temas del coloquio con el presidente ucranio se refirieron a la situación humanitaria y política de Ucrania provocada por la guerra en curso”. El Papa ha asegurado su oración constante, evidenciada por sus constantes llamamientos públicos y la invocación continua al Señor para la paz, desde febrero del año pasado. Ambos líderes, señaló este breve documento para la prensa, convinieron que deben continuar “los esfuerzos humanitarios y el apoyo a la población”. El Papa, de hecho, subrayó la necesidad urgente de “gestos de humanidad” hacia las personas más frágiles, víctimas inocentes del conflicto.
El propio Zelenski dio su versión a través de su cuenta de Twitter de la reunión mantenida en la Santa Sede. “Estoy honrado por su atención personal a la tragedia de millones de ucranianos. Hablé con él sobre las decenas de miles de niños deportados. Tenemos que hacer todos los esfuerzos para devolverlos a casa”.
La reunión fue la primera entre ambos desde que comenzó la guerra, aunque ya se conocen porque Francisco recibió en audiencia a Zelenski el 8 de febrero de 2020. Ya en esa ocasión se habló “de la situación humanitaria y a la búsqueda de la paz” en el contexto del conflicto que, desde 2014, con la anexión ilegal de la península de Crimea por parte de Rusia y la guerra de Donbás, azota a Ucrania. La posición equidistante del Francisco en este asunto, sin embargo, ha incomodado en algunos momentos al Ejecutivo ucranio. Zelenski ha invitado al Papa en varias ocasiones a visitar Ucrania, pero Francisco ha repetido siempre que no lo hará hasta que no pueda hacer lo mismo en Rusia para mantener el equilibrio y poder tender puentes entre ambas potencias.
La capital italiana estaba el sábado blindada, con 1.000 agentes desplegados, una área de exclusión aérea y varios equipos de francotiradores situados en las zonas por donde pasó Zelenski. El impresionante dispositivo de seguridad, que incluía férreos controles en las estaciones de tren y los aeropuertos de la capital, contó con unidades antiterroristas, perros rastreadores y escuadrones antibombas. “Y también se llevarán a cabo controles subterráneos, con inspecciones de las redes de alcantarillado”, según la jefatura de policía.
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