En noviembre de 2021, Ana Rosa sorprendía anunciando que padecía cáncer de mama. «Hoy me quiero despedir por una temporada, espero que no sea muy larga, me han encontrado cáncer en una mama», dijo visiblemente emocionada después de enfrentarse a la enfermedad 11 años después de haberla superado. Con un look blanco, propio de sus días especiales, la presentadora daba la noticia para después alejarse durante casi un año de la televisión. «Estoy tranquila, confío en mis médicos, soy una afortunada por tener tanto amor a mi alrededor, espero que todo tenga un final feliz y afortunadamente la investigación y la medicina han avanzado muchísimo en el cáncer de mama. Eso sí, quiero recordaros a todas las mujeres la importancia de no dejar pasar una revisión», sentenció.
Para ella esto era un bache. Y así fue. En un instante, su vida cambió por completo y, así lo fue relatando a través de la red. «Muchas gracias, os mando un saludo. Me siento bien, esto es un poquito largo y pesado, pero ojalá siga como hasta ahora. Prometo que el año que viene estaré ahí. Que tengáis buena noche», expresó. Unos meses después, alejada de la crónica social y con muchas preguntas sobre su estado de salud, apareció con un mensaje muy tranquilizante: «Hace mucho que no publico nada, me han preguntado muchas personas que como estoy, por eso me he animado. Afortunadamente me encuentro muy bien y ya estoy en la recta final de la quimio».
342 días después, la presentadora volvía a ocupar su silla en El programa de Ana Rosa, con una sonrisa y de nuevo de blanco. «Les dije que nos veríamos pronto, a mí la verdad es que se me ha hecho un poquito largo, pero ya estoy aquí. Tengo una deuda eterna con ese cariño que me ha llegado con todos ustedes, hasta el Papa me ha hecho llegar un rosario bendecido (…) He recibido muchísimo amor de ustedes, de mis hijos, de mi marido Juan, de mis amigas, y sin ellos todo habría sido muchísimo más duro», dijo. Entonces, aprovechó la oportunidad para dar voz al cáncer de mama que tantas mujeres sufren y del que tan poco se habla y se investiga. «El milagro es que yo hoy esté aquí. Bienvenidos», sentenció.
Desde entonces, Ana Rosa ha protagonizado momentazos como el «semen de fuerza» de Ortega Cano, la felicitación por el no cumpleaños de Pedro Sánchez o su fulminación a Pablo Iglesias con todas las de la ley. No obstante, lo que no se esperaba en su regreso a la televisión era la nueva etapa de Mediaset.
Giro de 180º inesperado
Después de varios bailes de sillas y un Código Ético polémico, la cadena de Fuencarral ha decidido hacer un lavado de imagen diciendo adiós a Sálvame. Será el próximo 16 de junio cuando el programa conducido por Jorge Javier eche el cierre para siempre después de 14 años. Un movimiento que ha salpicado a Ana Rosa de lleno, que pasará a amenizar las tardes con un nuevo formato de actualidad. «A partir de septiembre haré mudanza a la tarde, lo que pasa que no voy a dejar la mañana, no os hagáis ilusiones. No toda la mañana, pero por lo menos hasta las elecciones estaré en la sección política y que Dios reparta suerte. Me lo ha ofrecido la cadena. Le tengo que agradecer a la cadena 19 años de apoyo, de éxito, de tranquilidad y cuando mi cadena me pide algo lo justo es devolver algo de todo lo que me ha dado», sentenció. De esta forma, la presentadora ha experimentado un giro de 180 grados inesperado que la convierte en la competencia directa de Sonsoles Ónega, que se marchó a Antena 3 para emprender un nuevo camino.
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