Hay un pueblo al lado de Madrid que arrasa en vacaciones, puentes y fines de semana, está cerca de la capital y tiene unas espectaculares casas de piedra. Cuando nos imaginamos viajando a un pueblo con encanto, no necesariamente significa recorrer muchos kilómetros con el coche. Muy cerca de Madrid se esconde un pueblo de esos en los que perderse y descubrir esa esencia rural que combina, arte, historia, naturaleza y una singularidad que no vemos en la ciudad. Las casas de piedra son uno de los atractivos de este pueblo cerca de Madrid.
Así es el pueblo al lado de Madrid que arrasa por ser precioso con sus casas de piedra
En plena Sierra del Rincón de Madrid se esconde un pueblo con mucho encanto, La Hiruela, tiene menos de 100 habitantes y unas casas de piedra que impresionan. Si queremos escaparnos a un lugar en el que la naturaleza es la protagonista, pero no la única, el ingenio humano en la creación de casas que fuera capaz de aguantar el frío invierno, también nos hará reflexionar.
Este municipio nos descubrirá una forma de construcción tradicional con muchas ventajas. Se trata de unas casas de piedra que llevan siglos siendo la carta de presentación de este remoto lugar a tiro de piedra de Madrid. La madera y el adobe forman los materiales de estas casa d piedra tan bonitas.
Las rutas por la sierra, catalogada como reserva de la biosfera, son un placer en todos los sentidos. Conectar con la naturaleza es posible y hacerlo muy cerca de la ciudad también. Hay elementos como fuentes, ríos, en medio de la sierra que serán los que marcarán un antes y un después.
Siendo uno de los que recibe más visitantes, no es de extrañar que sus habitantes estén encantados con la fama que ha adquirido a pulso. Todos los que visitan La Hiruela tienen aquellos elementos que se descubren del ambiente más rural. Una oportunidad única de conocer un pueblo desde cero más cerca de lo que parece.
La Hiruela tiene una web actualizada con las distintas opciones, dónde dormir y qué hacer durante unas vacaciones para parejas o familias. Cualquier amante de la desconexión o de vivir un ambiente radicalmente distinto al de la ciudad puede descubrir. Las casas de piedra son impresionantes, pero el paisaje que las enmarca tampoco se queda atrás.
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