Un juez federal condenó el jueves a 18 años de prisión a Stewart Rhodes, fundador del grupo militante de extrema derecha Oath Keepers, por conspiración sediciosa y otros delitos relacionados con el ataque al Capitolio de Estados Unidos.
Rhodes se había presentado ante el juez más temprano en el día insistiendo en que es un “preso político”.
“Durante décadas, señor Rhodes, está claro que usted ha querido que la democracia de este país se convierta en violencia”, dijo el juez de distrito Amit Mehta.
“Usted no es un preso político, señor Rhodes”, dijo, añadiendo que cree que Rhodes representa una “amenaza continua” para el país.
Rhodes, exparacaidista del Ejército convertido en abogado educado en Yale, fue declarado culpable en noviembre por un jurado de un tribunal federal de Washington.
La condena de Rhodes representa la sentencia más larga para cualquiera de las más de 1.000 personas acusadas en relación con el ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio perpetrado por partidarios del entonces presidente republicano Donald Trump en un intento fallido de impedir que el Congreso certificara la victoria electoral del demócrata Joe Biden en noviembre de 2020.
Hasta ahora, la condena más larga era de 14 años de prisión impuesta a un hombre de Pensilvania que atacó a la policía durante el alboroto. Los fiscales habían pedido una condena de 25 años para Rhodes.
“El señor Rhodes lideró una conspiración para usar la fuerza y la violencia con el fin de intimidar y coaccionar a miembros de nuestro Gobierno para que detuvieran la transferencia legal de poder tras unas elecciones presidenciales”, dijo la fiscal federal Kathryn Rakoczy. “Como acaba de determinar el tribunal, eso es terrorismo”.
Antes de su sentencia, Rhodes se presentó ante Mehta, vestido con un mono naranja, e insistió en que es un “preso político” que, como Trump, estaba tratando de oponerse a las personas “que están destruyendo nuestro país”.
“Creo que este país está increíblemente dividido. Y esta persecución (…) lo está empeorando aún más”, destacó.
Además de conspiración sediciosa -un delito grave que implica intentar “derrocar o destruir por la fuerza al gobierno de Estados Unidos”-, Rhodes fue declarado culpable de obstrucción de un procedimiento oficial y manipulación de documentos. Rhodes fue absuelto de otros dos cargos.
Rhodes, que lleva un parche en el ojo tras dispararse accidentalmente en la cara con su propia arma, fundó los Oath Keepers en 2009.
Entre los miembros de la milicia hay militares estadounidenses en activo y retirados, agentes del orden y personal de primeros auxilios. Han aparecido, a menudo fuertemente armados, en protestas y actos políticos.
(Reuters. Reportaje de Sarah N. Lynch; editado en Español por Javier Leira)
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