Toda la atención mediática sobre Nikola Jokic en las Finales de la NBA 2023 ha apartado de los focos principales a un Bam Adebayo que acumula méritos equivalentes para los Miami Heat. El pívot, otra torre multiusos y dominante en la NBA, recordó anoche a propios y extraños su papel determinante en la gran campaña de la franquicia floridense, que muy probablemente no hubiera ido a ninguna parte sin él.
“Sobre Bam, creo que no podemos subrayar lo suficiente lo difíciles que son sus tareas en esta eliminatoria”, reconocía su entrenador, el experimentado Erik Spoelstra. El interior volvió a ser el jugador más destacado de Miami en el segundo asalto y resultó esencial en el triunfo por 108-111 en el Ball Arena que empata 1-1 la eliminatoria por el título. “Tiene que enfrentarse al emparejamiento más difícil de esta liga por una multitud de factores que ni hace falta repasar. Y luego, además, le necesitamos en ataque, no es que pueda estar ahí de pie y descansar”, le elogiaba el técnico.
Adebayo sumó 21 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones en 40 minutos de juego en el segundo encuentro, y su versátil defensa le permitió molestar la visión de juego de Jokic, que anoche anotó a placer con 41 puntos pero se quedó en 4 pases de canasta y 5 pérdidas, una estadística impropia en él. Por si fuera poco, en el último cuarto, luciendo su condición de líder defensivo para Miami, combinó su papel contra el pívot con emparejamientos puntuales contra Jamal Murray, la otra gran amenaza del rival.
“Lo más importante es su versatilidad, puede defender a grandes y pequeños. Fijaros que estuvo con Murray en el tramo final”, señalaba Kyle Lowry, que resopló cuando le preguntaron sobre la importancia de su compañero de equipo. “Bam es uno de nuestros líderes, y nuestra ancla defensiva… ¡Y además es un pasador genial!”, sonrió el veterano base y campeón de la NBA con Toronto en 2019.
Por si su labor atrás contra el dúo dinámico del oponente no fuera poco, Adebayo está liderando a los Heat en ataque en estas Finales. Anotó 26 en el primer partido y 21 en el segundo, con unos promedios de 23,5 puntos, 11 rebotes, 4,5 asistencias y un tapón. Al igual que Jokic, muchos ataques ideados por Spoelstra parten de sus manos en la bombilla. Aunque no al mismo nivel que el Joker, su magnífica visión de juego, capacidad de ordenar el ataque y analizar los momentos del partido fueron el factor diferencial para arañar el triunfo que rompió la imbatibilidad de Denver en casa.
“En ataque hace muchas cosas. Abre el juego, facilita a través de acciones que no aparecen luego en la hoja estadística. Pantallas, asistencias y demás, cuando es agresivo nos da mucho”, apuntaba Duncan Robinson después de su excelente Game 2. La fórmula de Adebayo, como la de Jokic, es sencilla cuando se discute hablando. Otra cosa es luego salir a pista y aplicarla. “Para mí es fácil. Salgo y juego con pasión, con determinación, lo dejo todo sobre la pista”, explicaba el gran protagonista de los Heat en la eliminatoria.
El interior no entró al trapo cuando le preguntaron por si se sentía herido por la falta de atención mediática en el emparejamiento contra Jokic. “Hemos escuchado el ruido durante todos los playoffs. Creemos en nosotros y queremos ganar con todo”, afirmaba en términos generales. “Vivimos para esto, esta es la oportunidad que no queremos dejar escapar”, resolvía.
A pesar de su modestia, sus compañeros no pudieron evitar deshacerse en elogios hacia Bam Bam. “Spo tiene razón, es difícil de explicar. Ha estado imparable, genial, y tiene una tarea de altura. Confiamos en él para parar al Joker, y le necesitamos en ambos lados de la cancha. Ha cumplido siempre”, señalaba Gabe Vincent. “Es el alma y el corazón de lo que hacemos”, resumía Robinson.
Perfil
Bam Bam, como los Picapiedra
Edrice Femi ‘Bam’ Adebayo nació en Newark, New Jersey, el 18 de julio de 1997. Está a punto de cumplir 26 años y desde 2017 forma parte de la plantilla de los Miami Heat, que le seleccionaron en el puesto número 14 del Draft. En seis temporadas ha sido elegido cuatro veces para el segundo mejor quinteto defensivo de la competición y ha participado en dos ocasiones en el All Star. Disputó un año en la Universidad con Kentucky, donde también fue destacado como uno de los mejores jugadores de su promoción en la NCAA. Compartió vestuario con otros futuros NBA como Malik Monk, De’Aaron Fox y Wenyen Gabriel.
Desde pequeño, a Bam se le conoce así por el mote que le puso su madre cuando tiró una mesilla de café al suelo con un estilo similar al del personaje del mismo nombre en los Picapiedra, el pequeño Bam-Bam Mármol. Tenía un año y desde entonces le conocen así su familia y allegados. De pequeño, Adebayo desarrolló cierta animadversión por sus orígenes nigerianos, ya que su padre estuvo poco presente en su vida. A los siete años, su madre se mudó con él a Carolina del Norte y desde entonces apenas le vio ni habló con él, ahora ya fallecido.
Con el paso de los años, el jugador ha aprendido a abrazar su raíces africanas. En Nigeria, de hecho, es uno de los deportistas más conocidos y celebrados del país. El gran salto de Adebayo llegó en 2020, poco después de haber sido cortado del Team USA del Mundial 2019, donde los estadounidenses firmaron una horrorosa séptima plaza. Eso le animó a trabajar todavía más duro, y la recompensa llegó con sus primeras Finales del NBA junto a Jimmy Butler y compañía en la burbuja.
”Es un chaval maravilloso, un talento único. Realmente encaja en el molde de la NBA moderna en términos de ser un pívot muy capaz en todo lo que puede hacer”, le elogiaba Frank Vogel, técnico de L.A. por aquel entonces. “Obviamente, es dinámico cuando se deja caer hacia el aro, como Nikola Jokic. Puede subir el balón a la contra… puede hacerlo todo”, concluía el ojo clínico del enemigo.
Todo ello lo ha ido moldeando en los últimos cursos, donde se ha sentido infravalorado ante su importancia defensiva. Desde 2021, cuando ganó la medalla de oro con el Team USA en los Juegos Olímpicos de Tokio, su nivel no ha dejado de crecer con unos Heat que ahora le reconocen como líder a la altura de Butler. Y eso son palabras mayores…