Las relaciones de los vips, lejos de lo bonito que se muestra, tienen mucha historia detrás. Y así es el caso de Ana Soria y Clara Chía, dos jóvenes que se han convertido en las protagonistas de la actualidad por actuar con el corazón (y no tanto con la cabeza). Mientras al estudiante de Derecho se aventuró a comenzar una historia de amor con Enrique Ponce, la catalana hizo lo propio con Gerard Piqué. Y parece que la de ambas va viento en popa y a toda vela, le pese a quien le pese.
Las jóvenes cobraron especial peso en la crónica social tras convertirse en las nuevas ilusiones de dos rostros muy conocidos dentro de nuestras fronteras. El nombre de Clara Chía sonó con fuerza antes de que el ex futbolista y la de Barranquilla anunciasen su separación, mientras el que Ana Soria fue después de que el torero pusiera punto final a su historia de amor con Paloma Cuevas. Además, las dos tienen mucha menos edad que sus parejas. Ambas tienen 24 años y, mientras la primera se lleva 12 con el catalán, la segunda se lleva 26 con el valenciano.
Otra de las semejanzas que comparten es que, tras la presión mediática recibida, tuvieron que acudir a terapia para que la situación no las sobrepasase, ya que de ser completamente desconocidas se convirtieron en portada de los medios de comunicación. Y precisamente frente a ellos también han tenido la misma actitud: silencio y discreción. Siempre han sido muy herméticas con su vida personal y no han querido hacer declaraciones a la prensa.
Otro punto en común que les une es que las dos provienen de familias acomodadas. Clara Chía pertenece a la burguesía catalana, pues su padre es un prestigioso abogado de Barcelona, mientras que Ana Soria proviene de una familia de empresarios. Su padre, Federico Soria, tiene su propio despacho y una de las especialidades de su bufete es el Derecho Mercantil, y su abuelo, José Luis Moreno Caparrós, es fundador del Grupo Renta Todo, un conglomerado empresarial centrado en el alquiler de carpas, audiovisuales y todo tipo de accesorios para eventos.
Pero, en medio de estas vidas paralelas, hay una pequeña diferencia: la fama. Si bien es cierto que ambas se alejaron del universo 2.0 cuando sus vidas privadas coparon titulares, Ana Soria dio un giro de 180 grados cuando se volvió a abrir su cuenta de Instagram, comenzó a subir fotografías con Enrique Ponce y se creó un perfil de influencer en el que ya acumula más de 135 mil seguidores.
Ana Soria y Enrique Ponce en ‘El Hormiguero’. / Antena 3
Por su parte, Clara Chía ha mantenido en todo momento sus redes sociales privadas, solo tiene 177 seguidores, y en las dos fotos que ha compartido Piqué no hay ni rastro de su etiqueta o comentario. Aunque poco a poco sus apariciones públicas son más frecuentes, la catalana sigue en un discreto segundo plano, mientras que la pareja de Enrique Ponce ha dado el salto a la televisión. Concretamente en El Hormiguero, donde se sentó junto al torero para hablar, sin reparo, de su mediática historia de amor.