El dólar se acercó el martes a su menor nivel en 15 meses frente a las principales divisas, mientras los inversores esperaban nuevos catalizadores bajistas tras el enfriamiento de la inflación estadounidense la semana pasada.
El índice dólar, que mide el billete verde frente a un grupo de seis divisas, cayó hasta 99.58, debilitándose cerca del mínimo del viernes de 99.57, su nivel más bajo desde abril de 2022.
La semana pasada, el índice registró su peor semana de 2023, después de que datos mostraran que la inflación en Estados Unidos seguía descendiendo y los precios al consumidor registraran su menor aumento anual en más de dos años. Esto restó presión a la Reserva Federal para que siguiera subiendo las tasas de interés.
Los mercados monetarios han descontado casi totalmente una subida de tasas de 25 puntos básicos por parte de la Fed en su reunión de política monetaria de finales de este mes, pero prevén que los tipos bajen ya en diciembre.
“A corto plazo, no estoy seguro de que el dólar pueda avanzar mucho más”, dijo Francesco Pesole, estratega de divisas de ING. “El impulso es claramente bajista, pero al mismo tiempo, empieza a parecer un poco estirado”, dijo Pesole, señalando los recientes máximos de varios meses en el euro y la libra esterlina.
El Euro alcanzó un nuevo máximo de 17 meses de 1.12 dólares en las primeras operaciones europeas, ya que los mercados prevén una subida de 25 puntos básicos por parte del Banco Central Europeo cuando anuncie su política monetaria el 27 de julio.
Pero las perspectivas de una nueva subida de tasas en septiembre no están claras, después de que la actividad económica de la zona euro se ralentizara en junio.
Por otra parte, la libra esterlina ganaba un 0.3% a 1.3115 dólares, no lejos del máximo de la semana pasada de 1.3144 dólares, su nivel más alto desde abril de 2022.
El yen subía alrededor de un 0.4%, a 138.21 por dólar, ya que los inversores están pendientes de la reunión de política monetaria del Banco de Japón de la semana que viene, en la que se espera un posible retiro gradual de su postura monetaria ultralaxa.
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