El seleccionador nacional de baloncesto, Sergio Scariolo, descansa unos días en Marbella, donde tiene su residencia en España, con la mirada puesta en el próximo Mundial, que se disputará del 25 de agosto al 3 de septiembre, en el que la selección española parte entre las favoritas.
Lee también
Lee también
Lee también
Para Scariolo, que a principios de mes anunciaba la lista de convocados para la cita mundialista de la española, el objetivo es que la actual campeona del Mundo y de Europa y número 1 de la clasificación FIBA revalide el título en la próxima Copa del Mundo.
La composición inicial de esta lista, a la que regresan Llull, Abrines, Claver y Ricky Rubio y en la que se estrena Santi Aldama, muestra el evidente relevo generacional por el que atraviesa una selección, que sale a ganar un encuentro que tendrá como escenarios Japón, Indonesia y Filipinas.
El técnico aprovecha estos días de descanso en la Costa del Sol para atender los eventos de su fundación, a la que dio el nombre de su padre, Cesare Scariolo.
Entre ellos, la tradicional cena benéfica, “una reunión de amigos” -dice respecto a ella-, que la entidad ha logrado recuperar tras un largo paréntesis a causa de la pandemia y cuya convocatoria resultó “todo un éxito”.
Además, el próximo martes Sergio Scariolo acudirá junto a su mujer, Blanca Ares, al ciclo Encuentros con la Cultura en Marbella para presentar su libro “Mi amor por el baloncesto”.
El conjunto italiano, capitaneado por Scariolo, ha logrado llegar a tres finales y aunque se ha quedado “a un pelo de ganar” las otras dos, el equipo sólo ha conseguido hacerse con una de ellas. “Cuando lo das todo, no hay remordimientos, ni malos pensamientos”, señala.
Consciente de que se aproxima un “momento que no será fácil” con “ajustes y recortes, las ganas y la energía no faltarán”, ha aseverado.