Vargas Llosa se lleva a Patricia al que era su lugar favorito con Preysler

Fue hace dos semanas cuando Mario Vargas Llosa se convertía de nuevo en protagonista de la crónica social de nuestro país. Aunque esta vez, no por nada que tuviera que ver con su último ingreso hospitalario y, por consiguiente, con su estado de salud; si no por la que podría ser su segunda oportunidad sentimental con Patricia Llosa, quien fuera su esposa durante más de cincuenta años, hasta 2015, cuando el escritor comenzó una relación sentimental  con Isabel Preysler que duraría hasta el pasado mes de diciembre

La ex pareja fue vista en actitud muy cariñosa y cómplice en Italia. Concretamente, en Sicilia, disfrutando, junto a uno de sus tres hijos en común, de unos días de vacaciones. «Ya se ha confirmado que han vuelto. Están de viaje romántico en Sicilia y se les ve muy cariñosos. La trata como a una auténtica reina y está cariñosísimo con ella. Y ella, claro, se deja querer. Es bonito verles», contó el periodista Nacho Gay en el programa Y ahora, Sonsoles. 

Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa en Sevilla / Gtres

Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa en Sevilla / Gtres

Pero nada quedaría ahí. Y es que al margen de esta escapada de ensueño por la ciudad italiana, Vargas Llosa y Patricia Llosa han aprovechado también la época estival para ir al que era uno de los destinos favoritos del autor de La ciudad y los perros o El hablador, cuando todavía estaba con la madre de Tamara Falcó: Marbella. Tal y como ha publicado este miércoles en su edición en papel la revista Diez Minutos, los dos llegaron a la ciudad de la Costa del Sol a mediados del pasado mes de julio para alojarse en la clínica Buchinger, cuya especializad es el método de adelgazamiento conocido como ayuno terapéutico; al que el peruano suele someterse de año en año.

«El ayuno terapéutico Buchinger Wilhelmi es un método en el que una persona prescinde voluntariamente de ingerir alimentos sólidos para vivir de sus reservas, básicamente reservas de grasa, durante un periodo de tiempo determinado. Como consecuencia, se estimula la autofagia y se activan las enzimas desintoxicantes, produciendo una limpieza profunda de células y tejidos. Al mismo tiempo, el ayuno reduce los procesos inflamatorios, aliviando con ello el dolor y las limitaciones de movilidad», señalan desde la clínica en cuestión en su página web.

Patricia Llosa y Mario Vargas Llosa en el coche / Gtres

Patricia Llosa y Mario Vargas Llosa en el coche / Gtres

Vargas Llosa recurre a esta práctica más que por recomendación científica, por algo literario, pues fue su editora Carmen Balcells quien le inició en el rito. «Juan Marsé y el poeta Jaime Gil de Biedma, dos amigos escritores de Barcelona, donde yo vivía entonces, también habían hecho la cura. Tenía curiosidad por ver cómo era la experiencia. Vine preguntándome si sería capaz de resistirlo», dijo en una entrevista para Telva. «Limpia el cuerpo de impurezas. Tiene la virtud de sacar a flote aquello que anda mal, que está dormido, escondido, recóndito. Me ha cambiado la visión de mi propia realidad», añadió.

El año pasado por estas fechas, Vargas Llosa acudió a la Buchinger en compañía de Isabel Preysler, que también es asidua a este plan detox. De hecho, vimos a la socialité en la misma clínica hace escasas semanas, en los que fueron los días previos a la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva.


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