Recopilando los datos de la Policía Nacional, la Guardia Civil, las policías autonómicas y los cuerpos municipales, en 2022 se registraron en España 16.726 ocupaciones ilegales. Las comunidades donde más casos se registraron fueron Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Canarias, Murcia e Islas Baleares.
Este mes de agosto son muchas las familias que se van de vacaciones y están preocupadas ante la posibilidad de que a la vuelta se encuentren su casa habitada ilegalmente por terceros. Ante esta situación, la Policía Nacional ha compartido una serie de recomendaciones a tener en cuenta.
En primer lugar, ante de irse de vacaciones, el cuerpo aconseja dejar que la casa parezca habitada: «No bajes del todo las persianas, valora instalar un reloj programable que ilumine la vivienda por zonas, encendiendo y apagando luces y algunos electrodomésticos de la casa en horarios distintos».
Además, es una buena idea elegir a una persona de máxima confianza que compruebe frecuentemente el estado en el que se encuentra la vivienda. Es fundamental que recoja la correspondencia del buzón al menos una o dos veces por semana, ya que es una de las principales cosas en la que se fijan los okupas y ladrones para saber si una vivienda está deshabitada.
En ningún caso se debe comunicar la ausencia a desconocidos, ni tampoco publicarlo en las redes sociales. «Aunque acumular me gusta y comentarios de las fotos de sus vacaciones da muchas emociones positivas, estas imágenes también envían una señal clara a los delincuentes que acechan online y pueden saber que su casa está vacía», comenta Daniel Markuson, experto en privacidad digital de NordVPN, según recoge ‘Hosteltur’.
¡Cuidado con las redes sociales!
Son precisamente las redes sociales las que ponen a los ladrones y okupas tras la pista de que una vivienda esta vacía porque sus habitantes se encuentran de vacaciones. Por esta razón, los expertos recomiendan esperar hasta llegar a casa para publicar fotos de las mismas.
Como resulta lógico, bajo ningún concepto hay que compartir información personal en las redes sociales, como el número de teléfono o la dirección. Y, por último, cabe señalar lo peligroso que resulta conectarse a una WIFI pública. Los delincuentes cibernéticos utilizan estos puntos de acceso para colarse en los dispositivos y robar datos personales y bancarios de sus víctimas.
En definitiva, si este verano quieres irte tranquilo de vacaciones, ten mucho cuidado con lo que compartes en redes sociales.
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