El pasado 3 de agosto, Netflix anunciaba la llegada de un nuevo documental a su parrilla que aseguraba no dejar indiferente a nadie. Y así ha sido. La plataforma de streaming ha lanzado un nuevo proyecto audiovisual llamado Las últimas horas de Mario Biondo basado en uno de los sucesos más mediáticos y misteriosos de los últimos años, tanto en el panorama español como en el italiano. A lo largo de los tres capítulos que componen el mencionado documental, se hace un repaso de lo ocurrido y descubierto hasta ahora sobre la muerte de Biondo, mostrando informes, sentencias, pruebas e incluso testimonios de las personas que vivieron todo el trance en primera persona, a excepción de Raquel Sánchez Silva, la mujer con la que, por aquel entonces, mantenía una relación sentimental con el cámara.
Pese a la figura mediática que tiene en la programación televisiva de España, Raquel Sánchez Silva siempre ha preferido mantenerse en un segundo plano, sin pronunciarse sobre el fallecimiento del que fue su marido. No obstante, el estreno del documental de Netflix incrementó las insinuaciones sobre una supuesta participación de la periodista en el rodaje, algo que ha propiciado que el equipo de abogados de la misma emita un comunicado, desmintiendo dichas informaciones y dejando a un lado el papel discreto y hermético por el que ha optado la presentadora desde entonces.
«La Sra. Sánchez Silva no ha participado ni intervenido en modo alguno, ya sea directa o indirectamente en el planteamiento, grabación y producción de la mencionada serie, ni ha facilitado información ni contenido alguno para su elaboración», comienza a explicar el comunicado. Prosiguen el informe confirmando que a la periodista le llegó una oferta para participar en el proyecto de Netflix la cual no solo rechazó sino que además manifestó «expresa y reiteradamente su frontal oposición a la producción y emisión de ninguna serie o programa sobre el fallecimiento del Sr. Biondo», ya que consideraba oportuno «seguir guardando el respetuoso silencio que desde tan luctuoso suceso ha venido manteniendo».
Raquel Sánchez Silva y Mario Biondo en un evento / Gtres
Precisamente esta opinión negativa al respecto ha provocado, el pasado mes de noviembre, la ruptura entre Raquel y su representante el Sr. Gómez Sancha, «concluyendo así con la relación profesional que durante muchos años los mismos habían venido manteniendo». Cabe destacar que Gómez Sancha es una de las personas encargadas de la producción de dicho documental, además de aportar delante de cámaras su propio testimonio. Un movimiento clave para que muchos confirmaran sus sospechas de que la periodista había dado su visto bueno al contenido del documental, participando de una manera indirecta en el mismo.
Para terminar el comunicado, el equipo de abogados de la comunicadora ha expresado que Raquel no ha visto ni tiene intención de ver la serie y que, confiando en su profesionalidad, ha encargado a sus letrados el visionado para si es necesario, «producir una eventual defensa de sus intereses en relación con su contenido, si a ello fuera lugar». Tras aclarar los rumores señalados, piden y ruegan que se guarde respeto a su cliente «evitando relacionar y mucho menos atribuir la grabación, la producción y la emisión de la tan citada serie, dada su absoluta desvinculación con la misma».