La inteligencia artificial avanza a un ritmo de vértigo, y ahora Womanizer, una empresa tecnológica especializada en el bienestar sexual, ha recurrido a ella para ilustrar los orgasmos. Para ello, se colocaron unos sensores de ECG a 10 voluntarios anónimos (cinco mujeres y cinco hombres), los cuales registraron datos fisiológicos mientras se masturbaban con juguetes sexuales. Posteriormente, estos datos sirvieron para crear arte gracias a la inteligencia artificial.
Ilustrar orgasmos mediante la IA
Elisabeth Neumann, sexóloga de Lovehoney y Directora de Investigación de Usuarios, señala que los orgasmos pueden ser «potentes, intensos y estremecedores, pero también suaves, cosquilleantes o sorprendentes». Ella asegura que es difícil «trasladar esas sensaciones personales al arte» porque «los orgasmos son tan únicos como las huellas dactilares».
Además, en una encuesta realizada por Womanizer en Reino Unido, pidieron a varias personas que describieran cómo se vería un orgasmo. Las respuestas fueron muy variadas: «erupción volcánica», «fuegos artificiales», «estrellas fugaces», etc.
Mediante la monitorización del orgasmo a los 10 voluntarios del estudio de Womanizer a través de sensores de ECG, los expertos consiguieron registrar cada descarga o momento de liberación que experimentaban mientras utilizaban juguetes sexuales. Los datos fisiológicos obtenidos se trasladaron a la ingeniera de software Vika Scherbak y al desarrollador Noam Rubin.
Ellos han sido quienes han utilizado la tecnología basada en inteligencia artificial para transformar los registros en 10 imágenes, convirtiendo así los orgasmos de cada uno de los voluntarios en arte.
«Cada orgasmo es único, por eso es emocionante utilizar datos reales de orgasmos reales y pedir a la IA que los convierta en imagen Sin embargo, es interesante observar que la IA sigue mostrando un sesgo de género en la representación del orgasmo femenino, con colores más tradicionalmente ‘femeninos’. Esto refleja hasta qué punto la IA está moldeada e influida por las normas y estereotipos sociales, no manteniéndose al margen de ellos, sino que puede llegar a reproducirlos», comenta, según recoge el diario ’20 minutos’.
Esto refleja hasta qué punto «la IA está moldeada e influida por las normas y estereotipos sociales, no manteniéndose al margen de ellos sino que puede llegar a reproducirlos», añade.
Por ahora, todos los esfuerzos realizados para recrear los orgasmos han consistido en «clichés sexistas» con los que todos estamos familiarizados, de forma que se han empleado flores para las mujeres y tormentas para los hombres.
«Esto refleja hasta qué punto la inteligencia artificial está moldeada e influenciada por las normas y estereotipos sociales, sin mantenerse al margen y reproduciéndolos», explica la sexóloga.
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