este es el país dónde ya está prohibido y te pueden multar si te pillan con uno

El chicle, también conocido como goma de mascar, existe desde el Neolítico. En el yacimiento arqueológico Monte verde (Chile) se han hallado restos de chicle de hace más de 14.000 años. El primer chicle con sabor lo creó John Colgan, un farmacéutico de Louisville, Kentucky (Estados Unidos) en 1860, y desde entonces se ha convertido en un producto ampliamente extendido en todo el mundo. Sin embargo, hay un país donde vender mascar chicle está prohibido.

Prohibido mascar chicle en Singapur

Se trata de Singapur, donde se implementó esta prohibición en 1992 de la mano del Ministerio del Medio Ambiente (ENV). El organismo emitió un comunicado explicando que la basura de chicle estaba provocando problemas en el sistema de trenes. Entre los meses de julio y agosto de 1991, la goma de macar quedó atrapada entre las puertas de los vagones, provocando interrupciones en el servicio.

Lejos de ser un incidente aislado, se convirtió en un problema recurrente, ya que la basura de chicle interfería con el cierre de las puertas, y los pasajeros se veían obligados a bajarse del tren porque este no podía continuar circulando. La goma de mascar también causaba problemas de limpieza en las calles de Singapur, hasta el punto de que en 1983 la Junta de Vivienda y Desarrollo (HDB) recaudó fondos para limpiar la basura de chicle.

Pero nada fue suficiente para solucionar los contratiempos. Estos continuaron durante muchos años, y finalmente, en 1992, el Ministerio del Medio Ambiente (ENV) tomó cartas en el asunto y prohibió el chicle definitivamente. El gobierno impone fuertes multas a quienes venden chicles en Singapur, que oscilan entre 10.000 y 100.000 dólares singapurenses (entre 7.000 y 70.000 euros al cambio). Además, los infractores pueden enfrentarse hasta dos años de prisión.

A quienes las autoridades sorprendan consumiendo chicle, las multas oscilan entre 340 y 700 euros.  Sin embargo, si se repite la infracción, la sanción puede alcanzar los 14.000 euros, nada más y nada menos.

Aunque la venta y el consumo de chicle está prohibidos en Singapur, existen algunas excepciones. En marzo de 2004, se levantó parcialmente la prohibición, permitiendo la venta de chicles dentales y de nicotina como resultado de las negociaciones de un tratado de libre comercio entre Singapur y Estados Unidos

Sin embargo, las multas son las mismas que con el resto de gomas de mascar cuando los ciudadano ensucian los trenes o las calles con estos chicles. Esta es una de las razones por las que Singapur es uno de los países más limpios del mundo.


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