Las protestas de trabajadores contra la desaparición de 13 de los 14 fideicomisos con que cuenta el Poder Judicial de la Federación (PJF) concluyeron con la quema de una piñata con la efigie del presidente Andrés Manuel López Obrador y gritos mezclados de “Muera AMLO, fuera AMLO!”.
Las protestas de los trabajadores de base y de confianza se llevaron a cabo en diversas sedes del Poder Judicial y de forma casi simultánea en las 32 entidades federativas, pero fue frente a un hotel localizado en Tacubaya, donde los líderes de Morena, iban a ofrecer una conferencia, donde los trabajadores prendieron fuego a una piñata con la figura de López Obrador.
Otra de sus consignas fue: “Lo suyo es un capricho, lo nuestro es un derecho”.
La acción fue rápidamente condenada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) por considerar que se trató de una expresión de odio que no debe tolerarse, argumentando que este tipo de manifestaciones son un obstáculo para cuidar la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho.
Quienes integramos el Poder Judicial de la Federación condenamos las expresiones simbólicas de odio que se presenciaron este día, durante la protesta con motivo de las afectaciones a los derechos laborales que suponen la extinción de los fideicomisos que se discutirá en la Cámara de Diputados
En un comunicado conjunto que difundieron de forma paralela, la Corte y el Consejo de la Judicatura recordaron que en el pasado ya se habían condenado este tipo de expresiones, aludiendo a la quema de una efigie de la ministra Norma Lucía Piña durante una manifestación en favor del presidente López Obrador, pero sin mencionar el caso directo.
“Como se ha expresado en otros momentos, el discurso de odio que supone la quema de representaciones de una persona, por pública que esta sea, es un obstáculo para el cumplimiento de los objetivos que nos unen como mexicanas y mexicanos: la salvaguarda de la democracia, de los derechos humanos y del Estado de Derecho, por lo que no debe tolerarse ninguna expresión de esta naturaleza”, sentenciaron la Corte y la Judicatura.
Aún cuando el incidente realizado frente a un hotel marcó las protestas, los trabajadores del Poder Judicial Federal también lograron paralizar más de 50 órganos jurisdiccionales en la Ciudad de México, sumando tribunales, juzgados y Centros de Justicia Penal Federal.
Por lo anterior, los plazos legales para presentar todo tipo de alegatos, promociones y notificaciones dentro de los procesos en curso, se suspendió, evitando así que algún usuario del Poder Judicial cayera en incumplimiento por el paro de los trabajadores.
Entre las sedes judiciales que suspendieron labores se encuentran el edificio Prisma, ubicado en San Ángel y el Palacio de Justicia de San Lázaro que se encuentra a un costado de la Cámara de Diputados, recinto en el que esta semana se votará la posible desaparición de los fideicomisos del Poder Judicial.
En la sede de la Suprema Corte se colocaron mantas en protesta por el tema, pero los ministros laboraron de forma normal, por lo que incluso votaron dos sentencias sobre cambios a leyes locales de Veracruz y Sonora, invalidando las reformas al Poder Judicial de Veracruz y validando algunos cambios a las leyes electorales de Sonora.
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