Los argentinos elegirán el 22 de octubre a su próximo presidente, en una ajustada carrera que las encuestas señalan que será dirimida entre la sorpresa de los comicios, el ultraliberal Javier Milei, el peronista y ministro Sergio Massa y la candidata conservadora Patricia Bullrich.
El nuevo presidente tomará a inicios de diciembre las riendas de un país cuya economía atraviesa una grave crisis, marcada por una inflación de tres dígitos, la inestabilidad de su moneda y una creciente pobreza.
En las primarias de agosto, Milei, del partido La Libertad Avanza (LLA), rompió todos los pronósticos quedándose con el 30% de los votos, superando a la coalición opositora Juntos por el Cambio (JxC) de Bullrich -con 28,3% de los votos- y a la alianza oficialista Unión por la Patria (UxP) de Massa, que tuvo el 27,3% de los votos.
Hasta ese momento, las consultoras de opinión pública ubicaban al partido libertario en un tercer puesto, a veces lejano, entre todos los precandidatos presidenciales.
De las elecciones también participarán el peronista disidente Juan Schiaretti, del partido Hacemos por Nuestro País, y Myriam Bregman, la candidata del Frente de Izquierda.
Para ser electo presidente en primera rueda, cualquier postulante debe obtener más del 45% de los votos emitidos o por lo menos el 40% más una diferencia superior a los 10 puntos porcentuales sobre su seguidor. De lo contrario, los dos candidatos con mayor número de votos definirán la elección en un balotaje el 19 de noviembre.
A continuación, un resumen de los principales candidatos y sus propuestas para obtener la presidencia de Argentina:
Con el pelo alborotado, histrionismo y un discurso incendiario que apunta contra lo que él describe como “la casta política”, Javier Milei es la mayor sorpresa política de los últimos años en Argentina.
Un completo ‘outsider’ del ‘establishment’ político argentino, el actual diputado y economista de 52 años era hasta hace apenas unos años un comentarista en programas de televisión, identificable más por sus excentricidades y teatralismo.
Sin embargo, gracias al descontento social con los políticos tradicionales impulsado por una grave crisis económica con alta inflación, Milei y su partido crecieron al punto de superar en las primarias a los dos pesos pesados de la política local.
Entre otras propuestas de extrema derecha, Milei ha dicho que eliminará el banco central y adoptará el dólar estadounidense como moneda para reducir la inflación. También prometió privatizar la salud, la educación y eliminar la obra pública, en una intensa reducción del estado.
El actual ministro de Economía, un abogado de 51 años, buscará en las elecciones retener el poder para la coalición peronista gobernante, que cierra su actual gestión a manos del presidente Alberto Fernández envuelto en una crisis.
Massa, un político de larga trayectoria que cimentó su poder como alcalde del suburbio de Tigre, ve en la reducción del déficit fiscal y el fortalecimiento de las reservas la respuesta al complejo acertijo de la economía argentina, junto al clásico objetivo del peronismo de apostar por el mercado interno.
Con fluidos contactos con hombres de negocios y con Washington, Massa es la expresión de un peronismo que busca presentarse conciliador con los mercados, que observan con satisfacción una aparente disminución en el nivel de influencia de Cristina Fernández de Kirchner, la referente de centroizquierda en la coalición, en las decisiones del partido.
Si bien Bullrich venció por amplio margen a su rival dentro de JxC en las primarias de agosto, la ministra de Seguridad de la gestión de Mauricio Macri entre 2015 y 2019 sufrió a la vez una dura derrota al ser superada por Milei como principal candidato de la oposición.
Bullrich, de 67 años, ha dicho que es necesario un recorte en el gasto fiscal para combatir la inflación, pero también propone una rápida eliminación de impuestos a las exportaciones agrícolas, una de las principales fuentes de recursos del Estado argentino.
Con mucho énfasis en la recuperación del “orden”, Bullrich obtuvo la candidatura presidencial de JxC adoptando un discurso duro que niega la posibilidad de negociación con el peronismo y con promesas como la de la eliminación lo más rápido posible de controles de capitales.
El exgobernador de la provincia de Córdoba, de 74 años, es el representante de una facción disidente de la coalición peronista gobernante, debido a diferencias con Cristina Fernández de Kirchner. En las primarias, su partido Hacemos por Nuestro País obtuvo el 3,8% de los votos.
Una histórica representaste socialista de Argentina, la abogada de 51 años es la candidata a presidente de la coalición de partidos Frente de Izquierda (FIT), que en las primarias abiertas recibió el 2,7% de los votos.
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