El Canal seguirá siendo de Panamá: Mulino… ‘Ya veremos’, responde Trump

El Canal seguirá siendo de Panamá: Mulino… ‘Ya veremos’, responde Trump

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con retomar el control sobre el Canal de Panamá, acusando al istmo de cobrar tarifas excesivas por utilizarlo, desatando una firme respuesta del gobierno centroamericano, que reafirmó su soberanía sobre el paso entre los océanos Pacífico y Atlántico.

En una publicación la noche del sábado en su red social Truth Social, Trump también advirtió que no dejaría que el canal cayera en las “manos equivocadas”, y pareció advertir de la posible influencia china en el paso, escribiendo que el canal no debería ser administrado por el gigante asiático.

Este domingo, tras recibir el rechazo de las autoridades de Panamá, Trump publicó una foto creada con inteligencia artificial en la que se aprecia una bandera de Estados Unidos en medio del canal; también escribió un ‘Ya veremos’ a la declaración del presidente José Raúl Mulino.

We’ll see about that! (¡Lo veremos!)

China no controla ni administra el canal. Sin embargo, una filial de CK Hutchinson Holdings, en Hong Kong, gestiona dos puertos situados en las entradas caribeña y pacífica del canal, respectivamente.

El mensaje fue un ejemplo extremadamente raro de un líder estadounidense que dice que podría presionar a un país soberano para que le entregue territorio. También subraya un esperado cambio en la diplomacia estadounidense bajo Trump, que históricamente no ha rehuido amenazar a sus aliados y utilizar una retórica belicosa cuando trata con sus homólogos.

“Las tarifas que está cobrando Panamá son ridículas, especialmente conociendo la extraordinaria generosidad que ha sido otorgada a Panamá por Estados Unidos”, escribió Trump en Truth Social.

“No fue otorgado para el beneficio de otros, sino simplemente como una muestra de cooperación con nosotros y Panamá. Si no se siguen los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de dar, entonces exigiremos que el Canal de Panamá nos sea devuelto, en su totalidad, y sin preguntas“, escribió.

La tarde del domingo, el presidente panameño, José Raúl Mulino, reaccionó a través de un mensaje a la nación y aseguró que “cada metro cuadrado del canal de Panamá y su zona adyacente es de Panamá y lo seguirá siendo. La soberanía y la independencia de nuestro país no son negociables”.

“Las tarifas no son un capricho, se establecen de manera pública (…) considerando las condiciones del mercado, la competencia internacional, los costos operativos”, dijo.

Mulino agregó que ni China ni ninguna otra potencia mundial tienen control, directo o indirecto, sobre la ruta interoceánica.

Alrededor del 3.1% del PIB panameño proviene del Canal pero la economía del istmo gira en torno a la actividad en el paso.

RECHAZO

Las críticas a los dichos de Trump se multiplicaron entre políticos y diversas personalidades de Panamá.

“Las declaraciones del presidente electo Trump sobre el Canal de Panamá son desafortunadas”, dijo Alberto Alemán, administrador del Canal entre 1996 y 2012. “La transferencia del Canal a Panamá fue un largo proceso de lucha, sacrificio, negociaciones complejas y esfuerzos históricos de ambos países”.

Estados Unidos construyó en gran parte el canal y administró el territorio que rodea el paso durante casi un siglo. Pero ambos países firmaron en 1977 los tratados Torrijos-Carter, que allanaron el camino para que el canal volviera a estar bajo control panameño a partir del último día de 1999.

“Cualquier oposición contraria (a los tratados) carece de validez o sustento sobre la faz de la tierra. Nuestro canal tiene la misión de servir a la humanidad y su comercio”, dijo Mulino.

La vía navegable, que permite el cruce de hasta 14,000 buques al año, representa el 2.5% del comercio marítimo mundial y es fundamental para las importaciones estadounidenses de automóviles y bienes comerciales en buques portacontenedores procedentes de Asia, y para las exportaciones estadounidenses de materias primas, incluido el gas natural licuado (GNL).

No está claro cómo Trump trataría de recuperar el control sobre el canal, y no tendría ningún recurso en virtud del derecho internacional si decidiera hacer una jugada por el paso.

No es la primera vez que Trump se plantea abiertamente una expansión territorial.

En las últimas semanas, ha elucubrado repetidamente sobre la posibilidad de convertir Canadá en un estado estadounidense, aunque no está claro hasta qué punto va en serio con el asunto.

Durante su primer mandato (2017-2021), Trump expresó su interés en comprar Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca. Fue rechazado públicamente por las autoridades danesas antes de que las conversaciones pudieran tener lugar.


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