Así se negoció el alto al fuego en Gaza: negociadores en distintas habitaciones y maratones de llamadas

Así se negoció el alto al fuego en Gaza: negociadores en distintas habitaciones y maratones de llamadas

Después de ocho meses de negociaciones mediadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos, las discusiones para alcanzar un acuerdo de alto al fuego entre Hamás e Israel en Gaza se prolongaron hasta pocas horas antes del anuncio, con intermediarios recorriendo pasillos y resolviendo los últimos flecos de una tregua crucial para los rehenes capturados en la Franja y para la población civil palestina, afectada por una crisis humanitaria sin precedentes.

Altos funcionarios estadounidenses revelaron este miércoles detalles de unas negociaciones que llevaba meses sin resolverse por las suspicacias y posturas difíciles de conciliar entre Hamás e Israel.

“El hecho de que tengamos un acuerdo tan detallado es que, por ejemplo, estuvimos trabajando la pasada noche hasta las tres de la mañana, resolviendo hasta el último detalle, dejando poco a la improvisación y asegurándonos que las expectativas estaban muy claras para ambas partes”, indicó en una llamada a la prensa uno de los funcionarios de la Administración de Joe Biden presentes en estos meses de intensas conversaciones en Doha (Catar).

Intermediarios cataríes y egipcios, mensajeros de Hamás e Israel

Según funcionarios presentes en el último gran logro diplomático del único mandato presidencial de un saliente Biden, estas semanas se trabajó en lo que definen como “conversaciones de proximidad”, con representantes de Hamás e Israel, enemigos mortales declarados, dialogando a través de intermediarios cataríes y egipcios que hacían las veces de mensajeros entre habitaciones en pisos diferentes de un mismo edificio.

Equipos de Biden y Trump presentes en la negociación entre Hamás e Israel

Otro elemento que ha llevado a uno de los participantes a definir este acuerdo de “sin precedentes” y “con mucho en juego para todos”, es la colaboración “histórica” entre los equipos de Biden y de Donald Trump, cuyo impulso y presión sobre el primer ministro israelí, Benjamín Nentanyahu, sin forzar un cambio total del plan inicial de la Casa Blanca, fue clave.

El enviado de Trump en Oriente Medio, Steve Witkoff, trabajó codo con codo estos últimos días con el director de la CIA, Bill Burns, o Brett McGurk, enviado de Biden para temas de Oriente Medio.

Mientras que el equipo del ministro de Exteriores de Catar, Mohamed bin Abderrahmán, acercaba posturas a solo cinco días del cambio de inquilino en la Casa Blanca.

“Se intercambiaban roles. Mientras McGurk negociaba en Doha, pensamos que Steve podría tener una conversación con el primer ministro Netanyahu y fue él mismo en persona (este fin de semana)”, dijo el alto funcionario de Washington.

El canciller catarí finalmente anunció esta tarde, hora de Washington, el acuerdo desde Doha, algo que según fuentes estadounidenses no estuvo del todo claro hasta “pasado el mediodía”.

Acuerdo entre Hamás e Israel consiste en tres fases

Esa transición entre Biden y Trump, que asumirá el 20 de enero, creó, según los mediadores, una fecha límite que ha servido para forzar a las partes a ceder en posiciones que se enrocaron en verano y que vivieron un antes y después con el asesinato a manos de soldados israelíes y de manera inesperada del líder de Hamás, Yahya al Sinwar.

El acuerdo, que consta de tres fases, llegará a su parte central con el intercambio de un número de prisioneros palestinos por cada rehén de Hamás liberado y entregado a los israelíes.

Al tiempo que establecen las condiciones para un alto el fuego permanente, después de más de 47 mil asesinados en Gaza a manos de las fuerzas miliutares israelíes. Y mil 200 muertos el 7 de octubre de 2023 de la milicia islamista en Israel.

Biden tuvo un maratón de llamadas la semana pasada con los líderes de Egipto, Catar e Israel. “Catar y Egipto han tenido a sus equipos trabajando totalmente a fondo durante meses. Al final, nos hemos llegado a conocer muy bien entre todos”, indicó un mediador estadounidense.

Según la misma fuente, la muerte de Sinwar y del líder de Hizbulá, Hasán Nasralá, a finales de septiembre -algo a lo que Washington atribuye al poderío militar indiscutible de Israel en la región- fueron claves para llevar a Hamás a aceptar los términos del acuerdo que ahora debe implementarse durante seis semanas en una primera fase que debe abordar el alto el fuego, retirada de tropas de Gaza y liberación de rehenes y prisioneros. (Jairo Mejía/EFE)


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