Aunque el expresidente Donald Trump afirma que las detenciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) se centran en “lo peor de lo peor”, pero nuevos datos muestran algo distinto.
David J. Bier, analista de política migratoria en el Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute, asegura que “aproximadamente dos tercios de los inmigrantes ingresados en los centros de detención del ICE durante este año fiscal no habían sido condenados por ningún delito” por lo que “la mayoría no representan amenazas graves para la seguridad pública”.
De acuerdo con los datos obtenidos por el Instituto Cato, y compartidos con la organización por personas externas al ICE, “los delincuentes violentos, como asesinos, violadores y pederastas, representaban menos del 7% de los ingresos en el ICE”.
Además, solo el 11% de todos los ingresos en lo que va del año fiscal 2025 estaban relacionados con condenas por delitos violentos o contra la propiedad.
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Bier indicó que muchos de los arrestos corresponden a personas cuyo único “delito” es haber migrado sin documentos.
“Las condenas más comunes para los ‘extranjeros delincuentes’ detenidos por el ICE eran delitos de inmigración, como la entrada ilegal, e infracciones de tráfico, como no tener carné de conducir”, señaló el analista del Cato Institute.
A pesar de esta información, funcionarios de la administración Trump han defendido públicamente las detenciones como acciones necesarias para proteger a los ciudadanos. El subsecretario de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, ha declarado que el objetivo es arrestar a los “peores entre los peores”.
Sin embargo, Bier argumenta que la mayoría de las personas puestas bajo custodia “no tenían víctimas” y que muchos de los delitos eran, en realidad, “delitos sin víctimas que se debían únicamente a la negativa del Gobierno a permitirles inmigrar y vivir aquí legalmente”.
El analista también señaló que este patrón de detenciones no es inesperado. Según explicó, desde el primer día de su segundo mandato, el presidente Trump revocó una política del Departamento de Seguridad Nacional que priorizaba la detención de migrantes recién llegados y personas que representaban una amenaza a la seguridad. En su lugar, exigió que el ICE intentara detener a todos los inmigrantes indocumentados, “independientemente de sus antecedentes penales”.
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Los datos compartidos por el Cato Institute también revelan un reciente aumento en la detención de personas sin condenas penales. Bier apuntó que “desde mediados de mayo, el número de personas no delincuentes sin condenas penales que han entrado en custodia del ICE se ha más que duplicado, pasando de 448 al día a 927 al día en las dos primeras semanas de junio”. Este incremento, de acuerdo con el analista, obedece a órdenes directas del subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller.
Según explica el Cato Institute, funcionarios actuales y anteriores del sistema migratorio, citados por medios como el Washington Examiner y el New York Post, han indicado que los agentes del ICE han recibido instrucciones de priorizar la “cantidad antes que la calidad”. Según estas fuentes, “la política les obliga a dejar en las calles a algunos migrantes ilegales peligrosos”.
Bier afirmó que la administración Trump busca expandir aún más estas acciones, incluso contra migrantes que cuentan con estatus legal.
De acuerdo con su análisis, la Casa Blanca ha intentado “cancelar el estatus legal de cientos de miles de inmigrantes legales para poder deportarlos también”, y ya ha deportado a “docenas de inmigrantes legales a una prisión de mala fama en El Salvador sin el debido proceso”.