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Jalisco | FEJ entrega restos de otras víctimas a madre buscadora


Alejandrina Orozco Romano, madre de Pablo Gómez Orozco, de 17 años, denunció que la Fiscalía del Estado de Jalisco entregó a la Fiscalía General de la República (FGR) restos incompletos y mezclados de su hijo, desaparecido desde marzo de 2023 tras ser víctima de reclutamiento forzado en Tepic, Nayarit.

De acuerdo con su testimonio, la FGR se disponía a entregarle el cuerpo el 18 de noviembre en Ciudad de México, pero durante el acto protocolario le informaron que la mandíbula enviada por Jalisco no correspondía a Pablo.

Además, entre los restos había huesos pertenecientes a otras personas que fueron localizadas en el mismo punto donde hallaron el cadáver del joven.

“Ayer supuestamente era la entrega del cuerpo de mi hijo y no me lo pude traer otra vez”, relató Alejandrina, quien explicó que en el momento de la revisión, el equipo multidisciplinario de la FGR le informó que la mandíbula que Jalisco incorporó al expediente “no es de su hijo” y corresponde a “una persona alrededor de los 40 años”.

Añadió que también se identificó “un hueso de más, en la pelvis, viene duplicado”, lo que evidenció la mezcla con restos de otras víctimas.

La madre señaló que estas irregularidades se explican porque junto al cuerpo de Pablo había otros dos cuerpos, por lo que solicitó a la FGR que se realicen peritajes independientes sobre esos dos restos adicionales para determinar a quién pertenece cada fragmento.

Mandé a solicitar las pruebas periciales para estos dos cuerpos para ver cuál mandíbula es la de mi hijo.

Una cadena de omisiones desde la desaparición

El caso de Pablo ha estado marcado por la falta de coordinación y trabajo entre fiscalías desde el inicio; el joven, de 17 años, desapareció el 30 de marzo de 2023.

Ese día había salido a buscar trabajo temporal por Semana Santa, pero días después, Pablo logró enviar mensajes a su mamá pidiendo auxilio en los que advertía que había caído en manos del crimen organizado y que tenía miedo de que lo mataran si intentaba escapar.

Los reportes de su teléfono registraron ubicaciones en distintos estados, entre ellos, Jalisco; su madre denunció desde entonces que tanto Nayarit como Zacatecas y Jalisco se negaron inicialmente a asumir la búsqueda, argumentando que no era su competencia.

La buscadora documentó que al menos dos años transcurrieron sin que Jalisco iniciara diligencias completas, incluso cuando la ubicación del celular señalaba podría encontrarse en Tala, Jalisco, un sitio relacionado con reclutamiento forzado.

En septiembre, Alejandrina Orozco denunció que la Fiscalía de Jalisco mantenía los restos del joven en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) de Lagos de Moreno, desde abril de 2023, días después de que pidió auxilio a su mamá.

Durante estos tres años mantuvieron sin dar información y entregar el cuerpo, a pesar de que la mujer había solicitado información de todos los SEMEFO en esa entidad.

“Es desgastante y doloroso cada vez que me dicen que no está mi hijo, que no lo buscan, que no es, esto ya es demasiado”, declaró Alejandrina al recordar las omisiones institucionales de las que ha sido víctima.

La entrega frustrada en Ciudad de México

El 18 de noviembre la FGR citó a la madre para entregar el cuerpo en la Ciudad de México, luego de que ella solicitara que esta instancia verificara que se trataban de los restos de su hijo.

Viajó desde Nayarit acompañada de una funeraria, creyendo que por fin podría llevar a su hijo de regreso y aunque el Servicio Médico Forense actuó con profesionalismo, denunció que el Ministerio Público la revictimizó.

“Me trataron de la manera más cruel que puede haber, el MP fue bien grosero, prepotente, enojado porque le pedía copias, porque le estaba solicitando cosas”, dijo y pidió a personal de Derechos Humanos levantar una queja formal contra el funcionario.

Después, cuando le informaron que los restos no coincidían con Pablo, dijo que la obligaron a ver a su hijo, a pesar de que ella había pedido no hacerlo para no recordar esa imagen.

Yo venía con sentimientos encontrados, uno quiere regresar a su hijo a casa y verlo descansar en paz (…) me obligaron a ver a mi hijo de esa manera, porque no fue mi decisión y sabe por qué me obligaron, porque si no lo veo, yo no confío en nadie.

Alejandrina Orozco reiteró que no aceptará la entrega del cuerpo hasta que se realicen pruebas completas a los dos restos adicionales hallados junto a Pablo y sea encontrada su mandíbula.

“Pido que FGR traiga los otros dos cuerpos para que hagan las pruebas periciales y se recupere la parte que hace falta de mi hijo, y se entregue lo que no es de mi hijo al cuerpo correspondiente”, señaló.

Subrayó que esta nueva irregularidad confirma su desconfianza en la Fiscalía de Jalisco.

¿Hasta cuándo?, primero negaron su desaparición, luego se negaron a buscarlo, luego se negaron a entregarlo y ahora entregan restos que no corresponden, no se vale.

Para Alejandrina, el proceso ha sido un camino de desgaste, negligencias y revictimización institucional y su prioridad, dijo, es que las autoridades federales concluyan las pruebas para reconstruir correctamente los restos, respetando los derechos del joven y el duelo de su familia.

Que me entreguen a mi hijo como debe ser, que me lo entreguen completo y con dignidad.

El 7 de abril de 2023, Pablo envió dos mensajes a su madre para pedirle ayuda y decirle que había sido reclutado por un grupo criminal.

Logró comunicarse con ella a través de Facebook, contándole que se encontraba en El Obraje, Zacatecas, pero el seguimiento de sábanas de llamadas y rastreos del GPS dan cuenta de que el joven estuvo en Jalisco, Aguascalientes y Zacatecas.

Incluso, en marzo de 2025, sus tenis fueron hallados en el Rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, donde se mostraron 400 zapatos de posibles víctimas de reclutamiento forzado.

Se espera que próximamente sea sepultado en Tepic, Nayarit, de donde se lo llevaron.



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