Por su parte, el historiador Lorenzo Meyer lamentó que Tonatiuh Guillén haya sido sustituido por Francisco Garduño en el Instituto Nacional de Migración.
En el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha permeado el derrotismo frente a las amenazas de Estados Unidos, tal y como sucedió en sexenios priistas como el de Enrique Peña Nieto y Miguel de la Madrid, afirmó el analista político, Sergio Aguayo.
En Mesa Política con la periodista Carmen Aristegui, el historiador Lorenzo Meyer comentó que Estados Unidos se aprovecha de que las instituciones mexicanas no son lo serias y funcionales que deberían ser.
“El Instituto Nacional de Migración estaba corrompido, no tiene recursos, es un desastre, y yo lamento muchísimo que Tonatiuh Guillén, a quien conozco muchísimo, fue mi alumno, es un personaje conocedor a fondo del tema de la migración, haya sido sustituido por alguien que es especialista en cárceles (Francisco Garduño), eso dice muchísimo y todo esto es producto de nuestra asimetría”, expuso.
En este contexto, consideró que México tiene que planear su política con la idea de que no hay amistad con Estados Unidos. “Ellos definen cuál es el interés prioritario y nosotros nos tenemos que acoplar a eso”.
En opinión de Aguayo, la postura del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, es “fascinante”.
Que el legislador haya levantado la voz, afirmó, está permitiendo un reacomodo bien interesante en Morena que va a tener repercusiones hacia el futuro.
“Frente al poder avasallador que emana de las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador sale alguien a contradecir y a decir ‘no estoy de acuerdo con esto y esto’”, abundó.
Aguayo dijo estar en contra del derrotismo que ha permeado a la Cuarta Transformación. “Me resulta inconcebible que Andrés Manuel López Obrador esté tragándose enterita la tesis enunciada por Miguel de la Madrid en sus memorias de que dada la asimetría del poder no hay nada que hacer con Estados Unidos. Por supuesto que hay muchísimo que hacer”.
Refirió que Muñoz Ledo habló de dos pasos: acudir al Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas y mover a los embajadores mexicanos ante China, Rusia y Europa.
“Tenemos un gobierno muy parecido al de Enrique Peña Nieto o al de Miguel de la Madrid que nada más están esperando el nocaut cuando debieron estarse preparando para lo que está pasando ahora… Lo que vemos es que llegó la golpiza, llegó el nocaut, y ni las manos metieron. Ese derrotismo me parece que no se justifica”, señaló.
Meyer añadió que sería muy amargo que México, tras la evaluación de su política migratoria por parte de Estados Unidos, se convierta en tercer país seguro, “no porque cambien mucho las cosas, de hecho ya está funcionando así, sino por el símbolo que eso implica”.
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Desde su punto de vista, la pregunta que no se ha hecho es: ¿el mexicano común y corriente quiere y está dispuesto a pagarlo, a que el dólar se vaya hacia arriba, a que haya un tanto más de desempleo e inseguridad en lo que cambiamos la naturaleza que nos heredaron?
De acuerdo con Meyer, frente a las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump, el tabasqueño debería convocar a la sociedad a hacer manifestaciones masivas en las plazas públicas de todo el país.
Asimismo, sugirió que de aquí en adelante el gobierno de México esté preparado con un plan B, ya que se ha comprobado que Estados Unidos no es confiable.
Al hablar del tráfico de personas, Aguayo destacó la importancia de que el gobierno entienda que este delito es una de las arterias que alimentan al crimen organizado.
A continuación la Mesa Política: