Las sanciones impuestas por EEUU al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, muestran que Washington miente cuando dice que quiere negociar y suponen el final de la diplomacia entre ambos países—eso es lo que aseguró este martes el Gobierno iraní, que también advirtió de que sus líneas rojas son “las fronteras del país”.
“¿Los estadounidenses quieren negociar? Si son honestos, ¿por qué sancionan al ministro de Exteriores de Irán al mismo tiempo que pretenden que quieren negociar? Entonces es evidente que mienten”, dijo Rohaní, según la web oficial de la presidencia.
“Al menos deberían esperar un tiempo, para que el mundo dude si su pretensión respecto a negociar es verdadera o falsa”, añadió el mandatario horas después de que EEUU anunciase la imposición de nuevas sanciones que afectan a Jamaneí y que se extenderán en unos días al ministro de Exteriores, Mohamed Yavad Zarif, además de a otros altos cargos.
El límite de “la paciencia de Irán” está en no violar sus líneas rojas, que son “las fronteras del país”: “Cuando un avión cruza nuestras fronteras, ha cruzado nuestra línea roja y tenemos derecho a defendernos”, aseveró respecto al dron de EEUU abatido por Irán el pasado día 20.
“No buscamos humillar a EEUU, pero esta acción ha creado un gran espíritu en la nación iraní y ha demostrado que tenemos las capacidades necesarias para contrarrestar la amenaza de los enemigos”, dijo.
Previamente, el portavoz iraní de Exteriores, Abas Musaví, había señalado que las sanciones “inútiles” impuestas a Jamenei y Yavad Zarif suponen “el cierre permanente del camino de la diplomacia” por parte del “Gobierno desesperado de EEUU”.
“El Gobierno de Trump está destruyendo todos los mecanismos internacionales establecidos para mantener la paz y la seguridad mundiales”, añadió el portavoz de la diplomacia iraní en Twitter.
El presidente de EEUU, Donald Trump, impuso este lunes sanciones a Jamenei, así como a su oficina y a ocho comandantes de la Guardia Revolucionaria y esta semana se ampliarán al jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif.
En una ceremonia este martes en homenaje a los iraníes víctimas de las armas nucleares durante la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), Zarif descartó cualquier posibilidad de que su país busque armas nucleares y criticó los apoyos brindados por otros países a Irak para que use armas químicas contra Irán, informó la agencia oficial iraní de noticias IRNA.
El jefe de la diplomacia iraní consideró a Irán como la mayor víctima de armas químicas, además de estar a la vanguardia de la lucha contra ese tipo de armamento: “fuimos de los primeros países que participamos en la Convención de Armas Químicas”.
“Los que hoy dicen que el uso de las armas químicas es nuestra línea roja, se esforzaron para que el (dictador iraquí ya fallecido) Sadam Husein utilizase, sin coste alguno, armas químicas”, contra Irán, criticó.
El lunes, tras la imposición de las nuevas sanciones por parte de EEUU, el jefe de la diplomacia iraní indicó que el círculo cercano al presidente estadounidense, Donald Trump, “está sediento de guerra”.
“Ahora está claro que el Equipo B no está preocupado por los intereses de Estados Unidos. Ellos desprecian la diplomacia y están sedientos de guerra”, tuiteó este lunes.
Zarif se refiere como “Equipo B” al asesor de seguridad nacional estadounidense, John Bolton; al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman.
Las sanciones bloquean “cualquier propiedad e intereses” que Jamenei pueda tener bajo jurisdicción de EEUU y también afectan a su oficina y a cualquier persona que el Tesoro estadounidense decida conveniente castigar por su papel como “funcionario estatal de Irán”, se detalla en el texto del decreto.
Poco antes de firmar ese decreto, Trump aseguró a los periodistas que EEUU seguirá “aumentando la presión a Irán. No pueden tener nunca una arma nuclear”.
“No buscamos un conflicto con Irán ni con ningún otro país. Creo que hemos demostrado mucha contención, pero eso no significa que vayamos a demostrarla en el futuro”, advirtió el mandatario, que, a pesar de todo, le tendió la mano al líder supremo para negociar con él una salida a las tensiones.
El analista iraní Mohamad Marandí aseguró a Efe que la pretensión de Washington de negociaciones “es solo una excusa” y que lo que pretende es “engañar a la opinión pública”.
EEUU e Irán se encuentran en un momento de elevada tensión, que ha ido aumentado en las últimas semanas hasta el punto de que, tras el derribo iraní de un dron estadounidense en el golfo Pérsico, Trump aseguró que había frenado en el último momento un plan de ataque selectivo contra Irán que habría causado unas 150 muertes.
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