Las acusaciones de Javier Duarte, la detención de Collado, el proceso contra Lozoya y la Operación Safiro conforman la “historia de corrupción del sexenio pasado” e irán revelándose pronto, advirtió Alfredo Figueroa.
Las investigaciones, detenciones, procesos judiciales y acusaciones vertidas por figuras de las altas esferas del priismo durante el sexenio de Enrique Peña Nieto no son hechos aislados, son parte de una gran “componenda de corrupción” que se irá revelando a lo largo de los siguientes meses, sostuvo el analista político Alfredo Figueroa.
Durante su participación en la #MesaDeAnálisis de #AristeguiEnVivo, Figueroa sostuvo que las acusaciones vertidas por Javier Duarte contra Elías Beltrán, la detención de Juan Collado, el proceso judicial contra Emilio Lozoya y la decisión de la Suprema Corte de Justicia sobre el caso Chihuahua son una señal de que este “grupo político se viene desgajando”.
Un requisito indispensable para que se sancione a los responsables de hechos de corrupción es que las declaraciones se acompañen de evidencia y que no sólo que obedezcan a los intereses de los denunciantes, precisó figueroa.
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Por su parte, el ex procurador fiscal de la Federación, Gabriel Reyes Orona, consideró que los hechos recientes rompen con la mística bajo la cual operó el priismo durante décadas, con el valor entendido de “tu no me tocas y yo no hablo”.
Esto, ha generado una ruptura entre el grupo dominante del pasado, en la que se han comenzado a cruzar acusaciones entre personas que enfrentan procesos judiciales y otros que siguen en libertad.
Sin embargo, estas acusaciones “no pasarán de llamaradas si no aportan pruebas para que la Fiscalía integre casos”, sostuvo Reyes Orona.
Vinculan a proceso al abogado Juan Collado por delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada| Reporte de Juan Omar Fierro (@juanomarfierro ) de la Unidad de Investigaciones Especiales https://t.co/PKQGmnYQse pic.twitter.com/9B2HoKYYyM
— Aristegui Noticias (@AristeguiOnline) July 10, 2019
Alfredo Figueroa consideró que la decisión de la SCJN de permitir la investigación local del caso Chihuahua revelará si “la Corte va a ser cómplice y tapar la toda la Operación Safiro, y actuar como hizo la propia Procuraduría General de la República durante el periodo de Enrique Peña Nieto, o va a dar lugar a la posibilidad de hacer una investigación onda, completa, que reconozca todo un operativo que está ligado desde lo electoral hasta el ejercicio del poder público”.
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Para Gabriel Reyes Orona, la Operación Safiro no se debe limitar a Chihuahua, porque la práctica de utilizar fondos públicos para el financiamiento de campañas priistas también se detectó en Veracruz y Nuevo León.
“No es un asunto que se limite a Chihuahua, es un esquema de circuito de financiamiento electoral, operado desde la Secretaría de Hacienda, al más alto nivel federal, en donde se dispensaban cantidades enormes de dinero”.
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