Así como no prosperó la desaparición de poderes de Guerrero en 2014, tampoco sucederá en Baja California, declaró Amador Rodríguez Lozano, nominado por Jaime Bonilla para secretario General de Gobierno.
La propuesta de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo de desaparecer los poderes en Baja California, tras la aprobación de una reforma constitucional que amplía de dos a cinco años la duración de la siguiente gubernatura, no es viable, argumentó Amador Rodríguez Lozano, nominado por Jaime Bonilla para ser su secretario General de Gobierno.
Rodríguez, abogado de profesión, calificó como irresponsables las declaraciones vertidas por Cárdenas y Muñoz Ledo, y recordó que en 2014 el Senado de la República analizó la petición del PAN para desaparecer los poderes en el Estado de Guerrero.
Sostuvo que, tras una investigación, se determinó que solamente podría decretarse una desaparición de poderes cuando ninguno de los tres poderes estén funcionando. “En este caso el Poder Legislativo está funcionando bien, el Poder Judicial está trabajando regularmente”, sostuvo.
“A lo mejor al Gobernador se le podría declarar la desaparición de poderes porque desde hace tiempo no gobierna Kiko Vega, el Poder Judicial está funcionando regularmente y el Poder Legislativo cumplió con los preceptos de la Constitución, entonces no es aplicable”.
En entrevista para Aristegui en Vivo, Rodríguez Lozano sostuvo que la reforma inicial que redujo de seis a dos años la duración de la siguiente gubernatura, para homologarse con las elecciones federales, “fue amañada”.
Expuso que, al tratarse de una reforma constitucional, los cabildos debieron haberla ratificado, pero estos nunca fueron notificados, y tras un mes de ausencia de su ratificación, quedó aprobada de manera automática.
Rodríguez afirmó que antes de las elecciones locales, los diputados bajacalifornianos, en su mayoría panistas, estaban dispuestos a discutir una reforma para ampliar la próxima gubernatura de dos a cinco años, pero durante una visita a la Entidad del presidente del PAN, Marko Cortés, se retractaron de abrir su discusión.
También argumentó que en dos ocasiones el Tribunal Electoral de Baja California determinó que la gubernatura sería por cinco años, pero en ambas ocasiones fue rechazada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, generando confusión entre el electorado bajacaliforniano sobre cuál sería la duración definitiva del mandato de su siguiente gobernador.
Por ese motivo, sostuvo que no se puede afirmar que la ciudadanía votó por un gobernador de dos o de cinco años.
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