Con la llegada de la nueva administración federal, ha surgido una esperanza renovada para las familias de los 43 normalistas desaparecidos, que incluye saber su paradero, declaró Santiago Aguirre del Centro Prodh.
El quinto aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa es un día triste para las familias de los estudiantes, pero también es un día de esperanza, ya que hay un esfuerzo renovado de la nueva administración federal para esclarecer el caso, y conocer su paradero, sea cual sea, sostuvo Santiago Aguirre, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
En entrevista para Aristegui en Vivo, Aguirre comentó que es también un día para reconocer a 43 familias que, “en condiciones muy adversas, han mantenido una lucha digna por la verdad y por la justicia como muchas otras familias de personas desaparecidas lo hacen día a día en México”.
“Es un evento que nos vino a mostrar la magnitud de la crisis de derechos humanos de México, específicamente en cuanto al incremento de las desapariciones que se ha dado en los últimos tres lustros”.
El director del Centro Prodh dijo que durante las últimas semanas que se han venido materializando las consecuencias de lo que fue “una investigación mal conducida, que acudió a prácticas violatorias de la ley y los derechos humanos para confeccionar una versión que se presentó como definitiva en el afán de acallar la indignación que había en el país”.
“Sin duda la justicia ha quedado en un maltrecho en el caso Ayotzinapa, pero hay esperanzas todavía de que se puedan reconducir las investigaciones y, sobre todo, todavía hay esperanza de que pueda haber un esclarecimiento pleno de lo ocurrido”.
En el caso de una desaparición forzada la respuesta que se espera incluye acceder a la verdad de los hechos, lograr justicia, tener una reparación del daño y garantías de no repetición”, explicó Aguirre.
“Desde la perspectiva de las familias implica necesariamente dilucidar el paradero de todos los estudiantes, sea el que haya sido”.