La escritora explicó que los militares salen con tanques y disparan durante el día, por lo que ya no es solo que estén resguardando el toque de queda, sino que están impidiendo todo tipo de aglomeración.
“Sepan que los uniformados en Chile están disparando a plena luz del día en lugares en donde están reunidas las familias, los uniformados están matando a su propio pueblo. Nos están matando de nuevo, igual que la dictadura de Pinochet“, dijo para Aristegui En Vivo Arelis Uribe.
La escalada de violencia en Chile ha ido en aumento desde el pasado viernes con la evasión del pago del metro. Sin embargo, la escritora chilena, Arelis Uribe, explica que el incremento al costo el transporte fue solo “la gota que derramó el vaso” y que la situación en el país latinoamericano era solo una bomba de tiempo que se arrastra desde antes.
El pasado 18 de octubre, grupos de estudiantes, de entre 14 y 17 años, en Santiago de Chile fueron a las estaciones de metro, abrieron las puertas e invitaron a la gente a entrar sin pagar. “Los invitaron a evadir, la gente aceptó y comenzaron a haber evasiones en distintos puntos de de las seis líneas del metro”, narró la autora de Que explote todo (2017).
Sin embargo, el nivel de violencia con el que respondió el gobierno de Sebastián Piñera ha sido bastante perverso, pues empezó a “dar autorización a la policía de entrar a las estaciones del metro y a perseguir escolares menores de edad para llevárselos”. La escritora dijo que lo bello de ese momento fue que la misma gente se defendió y se cuidó en las estaciones de metro, “pero el espiral de violencia comenzó a escalar, incluso hubo disparos de balines“.
“El gobierno, que de poco a poco ha ido in crescendo el nivel de violencia a través de sus fuerzas armadas, decretó toque de queda por lo que la tensión incrementó“, dijo. Durante el fin de semana, el presidente Piñera, en compañía de militares, decretó Estado de emergencia y toque de queda. Sin embargo, la respuesta del pueblo fue de insurrección.
“No se obedeció el toque de queda”, señaló y agregó que “la gente ocupó avenidas principales que coinciden con las estaciones de metro con cacerolas, familias enteras, hijos, abuelos, madres, padres, adolescentes manifestándose diciendo desde el fondo que es que están cansados de los abusos”.
Hasta ahora han circulado imágenes y videos en donde se ve a los manifestantes quemando estaciones del metro, autobuses y debido a eso la represión ha sido más. “Ahora ya no están solo los carabineros en las calles, sino que ya hay también orden de que estén los militares. Están saliendo con tanques, están disparando durante el día, ya no es solo que estén resguardando el toque de queda, sino que están impidiendo todo tipo de aglomeración, todo tipo de reunión en el espacio público”.
Sin importar las violentas acciones de las autoridades, la gente sigue saliendo a las calles, se mantiene en espacios públicos. “Hay mucha concentración de gente en las plazas y en las avenidas y eso está siendo disipado por los militares que como te decía pasan con tanques disparando a media luz del día sin importarles si hay niños, sin importarles nada“.
Arelis Uribe detalló que hasta el momento no hay cifras oficiales del número de muertos, pero los medios sí han reportado 11 muertos y cientos de detenidos. Lo que sí hay son videos de militares acarreando cuerpos a sus camiones militares, videos de policías arrojando a los detenidos desde los autos andando como forma de tortura.
“En Chile hay dos tipos de policía: la de investigaciones y los carabineros. Hay videos que muestran a las dos policías disparando y torturando gente“.
De acuerdo con información oficial del Instituto de Derechos Humanos, hasta el pasado lunes “había cerca de 1300 personas detenidas en todas las regiones del país. De esos 1300, 63 son niños, niñas y adolescentes. Heridos por arma de fuego son 88 pero aun no hay información oficial sobre los muertos”, aseguró la periodista.
La escritora insistió en el hartazgo de la sociedad chilena y explicó que mucho tiene que ver con que derechos básicos como la salud es “un consuelo para los pobres, pero no un servicio de salud digno”.
“La salud es para quien lo puede pagar, un sistema que se llama ISAPRE que es un seguro privado y que es muy caro. Puede costar 200 dólares al mes, considerando que el sueldo mínimo en Chile son 400 dólares o 300 y que el 70% vive con 600 dólares al mes y entonces es inaccesible”, señaló.
“No son 30 pesos [el aumento al costo del transporte], son 30 años. Hace 30 años se acabó la dictadura de Pinochet y asumió una clase política que prometió una democracia que no ha sido tal porque gobiernan para los ricos y las empresas y la gente la tiene cada vez más difícil”, dijo.