Por su parte Fabrizio Mejía consideró que si bien del lado del gobierno hubo excesos al revelar el nombre del encargado del GAIN, “fue cosa de último momento al fragor de esta nueva libertad de expresión”.
La periodista Ana Lilia Pérez consideró delicado que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador haya revelado el nombre del jefe del Grupo de Análisis de Información del Narcótico de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ya que “su nombre es tema de seguridad nacional”.
“En medio de esta exigencia se cayó en cuestiones que sí vulneran lo que hay detrás de toda esta operación, revelar el nombre del militar encargado de una de las áreas medulares y más estratégicas que se tienen en México y que lleva trabajos de inteligencia muy serios”, dijo durante la mesa de análisis de Aristegui En Vivo.
No obstante indicó que esto se dio en medio de la exigencia de información y transparencia. “El comandante supremo, el presidente, le pide al alto mando (Luis Cresencio Sandoval) y lo que hizo el secretario fue cumplir con esta ordenanza; algo que para los militares es normal, responder al comandante supremo”, abundó.
Estimó que será interesante la propia investigación que haga la Sedena sobre lo ocurrido en Culiacán; sin embargo, apuntó que desde su punto de vista la cadena de mando no quedaba hasta el jefe del GAIN.
“Es muy difícil pensar que el alto mando no tuviera información de lo que el encargado de GAIN estaba haciendo y sobre todo en un operativo que llevaba varios meses. Los militares son muy cuidadosos en el procedimiento que llevan para cuestiones comunes y sobre todo para operativos, lo cual hace difícil pensar que la información sobre el operativo se tuvo de último momento y que el encargado de GAIN habría tomado una decisión de manera individual”, expuso.
Ante esto, refirió que también es importante analizar el contexto de las circunstancias en las que se encuentran las Fuerzas Armadas en este momento y señaló que lo dicho por el general Carlos Gaytán Ochoa en un desayuno que encabezó el titular de la Sedena, tiene mucho que ver con lo que hoy piensa una parte de las fuerzas armadas.
Lee más: Cuestiona general “decisiones estratégicas” del Ejecutivo que “no han convencido a todos”
En dicho acto, al tomar la palabra, el general Gaytán explicó que se le había concedido dicho honor “para expresar algunas preocupaciones que, en virtud de la situación actual, sin duda, compartimos todos los aquí presentes”.
“El desayuno en el cual el General Gaytán hace este señalamiento tiene que ver con un sentir de él no solo en lo individual. Cuando un militar es convocado ahí están los que tienen que estar y quienes emiten los discursos es a nombre de otros miembros de las fuerzas armadas, jamás podría haber sido una opinión individual”, aseveró Pérez.
Agregó que cuando se dio el operativo fallido en Culiacán, Sinaloa, para detener a Ovidio Guzmán López, en redes sociales comenzaron a circular reclamos de miembros de las Fuerzas Armadas que decían que se exhibía la ineficiencia, cuando no es así.
“Él lo que está haciendo es eco de una parte de la milicia que no está muy contenta con que la autoridad militar sea sujeta a escrutinio público”, sostuvo.
“Lo que estamos viendo es el reflejo de disputas dentro de las Fuerzas Armadas y de esta resistencia que se tiene para la nueva propuesta de que también transparenten su actuar”, añadió.
Por su parte, el escritor Fabrizio Mejía indicó que lo visto en la mañanera del jueves, una confrontación entre el presidente y los periodistas, es una imagen de cómo se van acomodando unos y otros en esta nueva realidad.
“Hubo exaltación de los periodistas, se victimizaron, mucha gente que está enojada por el abismo que existe entre la opinión pública y los medios. Del lado del gobierno creo que hubo excesos, lo del nombre del encargado del GAIN fue cosa de último momento al fragor de esta nueva libertad de expresión”, apuntó.
Sobre la expresión del presidente López Obrador, quien citó una frase de Gustavo A. Madero, “le muerden la mano a quien les quitó el bozal”, para criticar a la prensa, Fabrizio Mejía declaró que esto dejaba de manifiesto que uno de los temas que está sobre la mesa es el uso del lenguaje de parte de todos.
“Los medios también deberían rectificar cuando se equivocan y no es común que lo hagan parte del aprendizaje que vamos a tener también. Lo que hay que transparentar también son los errores”.
En tanto, Ana Lilia Pérez acotó que fueron expresiones desafortunadas dadas al fragor del intercambio de palabras y la exigencia de información. No obstante, sugirió que este tipo de ejercicios sirven para que los comunicadores reflexionen en la parte de hacerse cargo de la información y cuando esta no es suficientemente verificada y está el afán de la premura de dar la nota.
“Esta es parte de nuestras responsabilidades, verificar la información. Se busca que la sociedad tenga datos veraces”, finalizó.