Chile se embarca a un sendero desconocido; Venezuela es un enigma; y en general “América Latina está enojada”, acota Sergio Aguayo.
Para el historiador Lorenzo Meyer, Evo Morales no tiene un “sucesor claro” tras su renuncia a la presidencia, y todo depende de un nuevo proceso electoral en el que no se sabe quiénes competirán.
“Lo peculiar de este golpe es que le sugieren al presidente que ya se retire”, anotó. No obstante, reconoció que las elecciones de octubre se dieron “en la bruma, porque sí fue muy rara la última elección, eso de que durante un tiempo se quedó callado el sistema, deja a todo mundo inconforme”.
En la Mesa Política de Aristegui En Vivo, recordó que Evo Morales representa un acontecimiento para América Latina porque surge de las bases indígenas; “Evo es todavía más del tronco popular” que Benito Juárez y “representa el ascenso de lo indígena al poder en una Bolivia siempre bien dividida”.
Rememoró que el triunfo de Evo en las elecciones de hace 15 años fue celebrado, “recuerdo muy bien todos los símbolos, hasta la vestimenta de Evo”.
“Luego tenemos que se viene la reelección y luego otra vez la reelección que en ambos casos es más de la mitad quienes votan por Evo… viene una Bolivia que económicamente no está mal, en parte por las políticas de Evo, en parte por el mercado internacional”, expuso y después vino el nuevo “intento de reelección para entrar a la cuarta presidencia”, lo que calificó como “estirar la liga mucho”.
Al respecto, el académico Sergio Aguayo resaltó que el enojo crece y los gobernantes son incapaces de dar respuestas satisfactorias, mientras “hay sectores en algunos Ejércitos que sienten que ellos tienen parte de la solución”, además de que “en momentos como estos es cuando surgen las figuras que se presentan como los salvadores de las patrias”.
En cuanto a lo ocurrido en Brasil, donde el viernes fue liberado el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, refirió que “hay una insatisfacción en la izquierda por la manera como encarcelaron y sacaron de la jugada a Lula”.
“El papel jugado por Sergio Moro, fiscal adorado por quienes abobinamos la corrupción, ha quedado en entredicho porque fue una persecución política encubierta de legalidad”, sostuvo.
“La izquierda brasileña bien organizada y articulada, se siente agraviada y va por la revancha… veremos a un Lula que sale sediento de justicia… la situación se calienta en Brasil”, comentó.
En tanto, Chile se embarca a un sendero desconocido; Venezuela es un enigma; y en general “América Latina está enojada”, como publicó Jorge Ramos en su columna.
Sobre Brasil, Meyer señaló que “las bases de Lula están ahí, si no le pasa nada puede reactivar sus bases y lanzarse contra Bolsonaro”, aunque “todavía le puede volver a caer la justicia brasileña y lo puede volver a meter a la cárcel, pero pudiera ocurrir que en esta movilización encuentre Lula a una figura que le pueda sustituir. Si logra recuperar su movimiento, Brasil podría volver a ser un sistema político que no estuviera en manos de la derecha, es la incertidumbre democrática la que está jugándonos a todos, con esperanzas y temores”.