Meyer recordó que la figura presidencial “tiene 30 millones de votos que lo respaldan”. “Mentiras y tergiversaciones son las que acaban irritando a la prensa”, indicó Dresser.
El historiador Lorenzo Meyer consideró que lo visto el pasado jueves en la conferencia matutina del presidente AMLO “claro que es un momento único“, “no es nada normal”, pero “a algunos de la prensa se les pasó la mano”:
Meyer recordó que la figura presidencial “tiene 30 millones de votos que lo respaldan”, por lo que recomendó que “las dos partes deberían de bajarle el tono“.
Anotó que no se puede negar “la corrupción de la prensa mexicana” que sostiene AMLO.
“La prensa y el presidente debieron haber reflexionado después… si son inteligentes ya no volverán a subir el tono porque hay algo de falta de respeto… queremos que el poder responda, pero también que se le interrogue con buenas maneras no a gritos… sí muestra que estamos en otra época, esto no le hubiera pasado a Díaz Ordaz, Echeverría, hubiera sido impensable”, acotó.
En contraste, la politóloga Denise Dresser aseveró que “rendir cuentas no es una concesión, es una obligación, no es algo que deberíamos celebrar sino dar por hecho como un derecho”.
Lamentó que tras lo ocurrido en Culiacán, la conferencia mañanera se vuelva “una homilía” o una “plataforma para identificar enemigos”, además de que “con frecuencia el presidente no responde, o lo hace con evasivas o de plano miente como documentó un estudio reciente del politólogo Luis Estrada”.
“Mentiras y tergiversaciones son las que acaban irritando a la prensa”, indicó.
Por ello, “no exigiría jamás que la prensa guardara las formas” ya que esto “se puede volver un eufemismo para silenciar a la prensa, para pedirle que se autocensura”.
La doctora sostuvo que “el papel de los periodistas es confrontar al poder con la verdad” y lo que el jueves los periodistas insistieron es que “la información que les estaban proporcionando no era verídica”.
“Nada de que la prensa guarde las formas, que haga su trabajo y que el presidente comprenda que el cuestionamiento es parte de su trabajo“, acotó.
Aguayo refirió que la “fijación del presidente contra la prensa no es de la semana pasada, es una constante”.
“Hay una fijación en contra de los medios que se expresa una y otra vez”, remarcó.
