El Geo Barents, que anteriormente había sido un buque de investigación sísmica, es el barco más grande que ha empleado hasta ahora Médicos Sin Fronteras. Con capacidad para más de 300 personas, el barco ha sido modificado para cumplir con los requisitos de una embarcación de búsqueda y rescate. Dispone de una clínica, una sala de maternidad y otra de observación. El barco, con 76,95 metros de eslora, tiene dos cubiertas independientes donde se alojarán mujeres y niños, y hombres. Además, lleva un cargamento de una tonelada de medicinas, 1.200 mantas, 12,5 toneladas de comida para los rescatados. Zarpó el pasado 13 de mayo de Alesund (Noruega) y su misión es salvar vidas. Esta es la crónica de su primer viaje.
3 | Un camino de violencia hasta subir a una patera
Los rescatados han vivido guerras, pobreza extrema, tráfico de personas, abusos sexuales… Por primera vez un barco de salvamento de de Médicos Sin Fronteras ofrece asistencia psicológica a bordo para los migrantes.
2 | 600 bolsas con ropa y comida
Los primeros días de singladura, la tripulación se concentra en prepararse para lo que les espera en el Mediterráneo. En las bolsas que recibirán los supervivientes colocan un pantalón de chandal, una camiseta, un par de calcetines, gorro, manta, agua, zumo, una taza y un pequeño neceser. Esas serán sus primeras pertenencias.
1 | Un nuevo salvavidas en el Mediterráneo
Con la llegada del buen tiempo las pateras vuelven a salir al mar. Es también cuando las ONG se movilizan. Denuncian que los Gobiernos europeos han suspendido las operaciones de rescate marítimo o las dejan en manos de países como Libia, donde está documentada la tortura a la que son sometidos los migrantes.
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