Ésta es la historia:
El caso de Athos y Tango llamó la atención en redes sociales al tratarse de dos perros rescatistas miembros de la Cruz Roja, que fallecieron tras ser envenenados con salchichas. Ahora, este suceso marcará un hecho sin precedentes en la jurisdicción de Querétaro pues se convertirá en el primer juicio de maltrato animal.
El 16 de mayo se realizará una audiencia para solicitar la apertura de juicio oral en el caso de los perros rescatistas Athos y Tango.
Mónica Huerta, abogada del caso y miembro de la agrupación Cariño Animal, informó que este será el primer juicio de maltrato animal en Querétaro.
Huerta también lleva el caso de Magdaleno, el can que sobrevivió a un ataque con machetes el año pasado.
Athos y Tango murieron el domingo 13 de junio luego de comer salchichas envenenadas.
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Athos contaba con una certificación internacional ante la organización internacional de perros de búsqueda y rescate y estaba acreditada por la Cruz Roja Mexicana; además, participó en la localización de personas sepultadas en el terremoto de 2017.
Por su parte, Tango, fue un perrito de asistencia adoptado por el cuerpo de rescate.
Los usuarios de redes sociales exigieron que se resuelva el caso con las etiquetas #JusticaparaAthos y #JusticiaparaTango.
Tras la denuncia del cuidador de los caninos, la Fiscalía de Querétaro inició una carpeta de investigación.
El 13 de junio se inició una carpeta de investigación, por la muerte de Athos y Tango. Posterior a la denuncia por parte del cuidador de los caninos, se realizó un acto de investigación en la colonia Panamericano, de la capital del estado. (2/3)
— Fiscalía Querétaro (@fiscaliaqro) July 5, 2021
El 5 de julio del mismo año, la Fiscalía informó que detuvieron al sujeto que presuntamente asesinó a los perritos rescatistas Athos y Tango pertenecientes a la Cruz Roja de Querétaro.
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“El señor se sustrajo de la justicia veinte días, se fue de su casa al día siguiente y tuvo que ser conducido a través de una orden de aprehensión, pero su argumento ante la juez fue que tenía temor porque en las redes lo estaban atacando y por eso se fue. Eso fue suficiente para que lo dejaran en libertad“, apuntó Mónica Huerta.
Huerta agregó que el Código Penal establece una pena por este delito con los agravantes de métodos crueles de 4.5 a 7.5 años por cada uno de los perros, por lo que, de ser declarado culpable, el imputado podría recibir una condena de 10 a 15 años de prisión.