El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha asegurado este jueves que ha llegado la hora de la movilidad eléctrica. Un paso que se debe conseguir, en parte, gracias a los fondos europeos para modernizar y reactivar la economía. “Es el momento de dar el impulso decisivo a la movilidad eléctrica”, ha dicho Ábalos en el foro Construyendo un futuro sostenible. Diálogos para la recuperación económica. El titular de Transportes ha destacado asimismo la necesidad de que haya acuerdos políticos para luchar contra la pandemia e impulsar la recuperación económica. “No puede haber demoras por falta de acuerdo o de voluntad política”, ha deslizado en referencia a los partidos de la oposición.
El ministro ha insistido en que los fondos europeos serán fundamentales para llevar a cabo la modernización de la red de transporte. “Nuestro reto es reorientar la inversión a las nuevas prioridades y necesidades”. Sobre la movilidad eléctrica, que ha defendido como uno de los pilares del futuro, ha asegurado que se incentivará desde el ministerio la instalación de puntos de recarga en edificios residenciales, comerciales y empresas. “Además, potenciaremos la adquisición de vehículos eléctricos para el transporte por carretera y que España pueda acoger una parte de la capacidad industrial que ello genere”, ha dicho. Un punto importante para mantener una industria del automóvil potente en el medio y largo plazo.
De esta forma, tanto el Ministerio de Transportes como el de Transición Ecológica, ha explicado, trabajan de la mano en esta cuestión para acometer una transición necesaria en la economía española. “Debemos comprometernos con el futuro sostenible que necesitamos y merecemos”, ha destacado Ábalos. Además, ha vuelto a insistir en la necesidad de que se aprueben unos nuevos Presupuestos para poder asumir las inversiones del fondo europeo. En movilidad urbana, ha avanzado que se impulsará la “creación de zonas de bajas emisiones en las ciudades de más de 50.000 habitantes”. Y el Gobierno impulsará asimismo la renovación de la flota de autobuses enfocada en su electrificación.
En la primera jornada del foro, organizado por EL PAÍS, Cinco Días y Cadena SER y patrocinado por Seopan, Tecniberia y Deloitte, hubo un debate en torno a los planes de recuperación europeos y las infraestructuras para sortear la crisis económica desatada por la pandemia. Aunque los retos no son solo los de la emergencia sanitaria. “Tenemos que reconocer que la pandemia no es la única causa de los problemas que tenemos que afrontar ahora”, ha dicho en su intervención el exvicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia.
El exvicepresidente de la Comisión también destacó la importancia del plan de recuperación europeo en el futuro del Viejo Continente. “Es una gran oportunidad desde el punto de vista económico para transformar el patrón de crecimiento de Europa y para recuperar el liderazgo”. El reto, ha explicado, está en abordar con decisión la transición energética para liderar la lucha contra el cambio climático y recuperar la desventaja en el proceso de transformación tecnológica. “Europa no está siendo líder en casi ninguna de las áreas para la transición digital”, ha reconocido.
Respuesta decidida de la UE
Algo en lo que han estado de acuerdo buena parte de los ponentes ha sido en alabar la respuesta a la crisis de los países y Europa, que ha sido mucho más ágil y decidida que en la Gran Recesión. “Hemos aprendido de los errores de la pasada década y la UE ha reaccionado pronto y de manera contundente”, ha dicho Almunia. En la misma línea, ha destacado la importancia de la política monetaria del BCE en este contexto. “Está siendo clave y lo seguirá siendo en los próximos dos o tres años por lo menos”.
La suma de todas las medidas adoptadas y de los fondos impulsados, así como una mejora en la toma de decisiones, debe dar como resultado una salida de la pandemia con economías más vigorosas, según Almunia. “Los recursos a disposición de todos los países nos deben permitir afrontar el futuro con un patrón de crecimiento más solido, competitivo y más justo”, ha insistido el exvicepresidente de la Comisión.
La presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, ha reconocido en su intervención que para el sistema ferroviario la crisis y la liberación de fondos europeos suponen un reto enorme, sin precedentes. “No podemos desaprovecharlo”, ha sostenido. Para ello, ha explicado una serie de planes maduros con los que cuenta Adif. “Hemos presentado una batería de proyectos por un importe de 14.000 millones de euros cuidados al detalle, porque el control va a ser muy exhaustivo para tener acceso a los fondos europeos”, ha asegurado Pardo de Vera.
Julián Núñez, presidente de Seopan, ha explicado por su parte un plan de inversiones de más de 145.573 millones de euros presentado por la patronal de empresas constructoras y Tecniberia. Este proyecto, susceptible de ser financiado por los fondos europeos en parte, recoge inversiones en las áreas de Agua y Medioambiente (27.901 millones de euros), Movilidad sostenible y segura (57.837 millones), Salud (21.400 millones), Eficiencia energética (32.435 millones), y Creación de infraestructura verde (6.000 millones). “El plan de recuperación es un reto que va a poner a prueba la capacidad del Gobierno y de las Administraciones públicas”, ha afirmado Núñez. Pablo Bueno, presidente de Tecniberia, ha añadido la importancia que tiene activar y modernizar la economía española en un momento como el actual: “Es mucho lo que nos queda por invertir en infraestructuras de todo tipo y adaptarlas a la digitalización y la sostenibilidad”.
Proyectos a largo plazo
En el foro también ha intervenido Enrique Verdeguer, consejero coordinador de Economía de la Representación Permanente (Reper) de España en Bruselas, que ha detallado el proceso y los plazos del plan de recuperación. En su caso, ha recalcado la importancia de que los proyectos no sean cortoplacistas. “Tienen que ayudar a las economías a salir más reforzadas y con más capacidad de soportar crisis futuras”, ha argumentado Verdeguer. España tendrá acceso a unos 60.000 millones de euros en ayudas directas. Pero los plazos para presentar los planes y ejecutarlos apremia. “Tiene que estar comprometido el 70% del plan en 2021 y 2022. Y el 30% restante antes de acabar 2023. Lo que no se haya comprometido se pierde. Y para ejecutar tenemos hasta el 31 de agosto de 2026”, ha explicado el consejero coordinador de Economía de la Reper.
Es decir, el ambicioso plan de recuperación ofrece una oportunidad enorme a España, pero tendrá que ser ágil en la presentación y defensa de sus proyectos para que esos fondos no se vayan por el sumidero. “Esto no resolverá todos nuestros males, pero es clave desde el punto de vista de la priorización de inversiones, para acometer reformas y como señal hacia los mercados, ciudadanos y la Unión Europea”, ha destacado Verdeguer.
El exvicepresidente de la Comisión Europea, por su parte, ha insistido en la necesidad de un cambio de la política industrial europea. Para ello, estos fondos europeos serán clave también, así como la fortaleza del mercado común del Viejo Continente. “El mercado interior no puede ser un motor de generación de desigualdades internas sino que debe ser un factor de expansión para el conjunto de los países europeos”, ha advertido Almunia.
En todo este proceso jugará un papel importante que se complete la unión fiscal y monetaria. “Es el momento de dar el paso de tener deuda mancomunada en la UE. Y crear algunas figuras tributarias comunes para financiar esas emisiones de deuda. Es un paso que no se debe quedar solo en los años de la pandemia sino que debe formar parte de los instrumentos de los responsables de la zona euro”, ha reclamado el exvicepresidente de la Comisión Europea.
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