Puntuación: 6,5Arquitectura
7
Decoración
8
Mantenimiento
6
Confortabilidad
6
Aseos
6
Ambiente
6
Desayuno
6
Atención
8
Tranquilidad
6
Instalaciones
5
Verlo en aquel estado calamitoso, con el tejado completamente hundido y la tabiquería en esqueleto, difícilmente reconocible tras el enjambre de andamios, hería la sensibilidad de quien ama Santander y la frecuenta por ser una de las ciudades pioneras del turismo en España. Frente a la plaza de las estaciones de autobuses y de ferrocarriles, el hotel México concitaba el interés de numerosos viajantes desde su construcción en 1923 sobre unos terrenos ganados al mar y de la miríada de británicos que desembarcan, muy cerca, en la estación marítima de Brittany Ferries. Desde su cierre, hace casi dos décadas, venía reclamando la atención económica que el grupo hotelero Abba ha acabado dándole mediante su reconstrucción total sin sacrificar mu-cho de su tradición modernista, a la vista desde la calle y también en sus pulidos interiores.
Se ve y se siente al franquear la entrada, al adivinar qué funciones ejercían los pilares de forja alineados a lo largo de la crujía del edificio, en medio del ámbito inmaculadamente blanco de la recepción, las oficinas administrativas y la zona del libre deambular hasta la zona de cafetería, donde entran en un tranquilo contraste las panelaciones de madera, el suelo en pequeños escaques y unas cristaleras de principios del siglo XX que conservan todo su sabor romántico. El escenario ha sido diseñado por el estudio dirigido por Antón Yeregui Uranga, autor de diversas adaptaciones hoteleras de la cadena en Andorra, Berlín, Chile y otras ciudades españolas.
ampliar foto
Una de las habitaciones del hotel Abba Santander.
Las cinco plantas de habitaciones deparan una atmósfera cómoda y luminosa, más allá del comprimido espacio al que se tienen que ajustar la cama doble, un escritorio que resguarda el minibar y una butaca (no en todas). Al precio que se ofrecen, no cabe exigir mucho más, aunque la moqueta podría sustituirse con más asiduidad. Es el elemento menos expresivo de su correcto mantenimiento. Por su distancia de la calle y de los servicios de transporte, mejor quedarse en un dormitorio de los pisos superiores, que aseguran la debida tranquilidad.
El emplazamiento del desayuno, en un altillo embutido y mal ventilado sobre la primera sección de los arcos de base del edificio, no aconseja desperezarse a gusto, pese a los esfuerzos en elaborar una propuesta de calidad. Sin prisas, y con buen clima, la alternativa es buscar una terraza en la proximidad o embarcarse en un paseo por la bahía en uno de los reginas que parten junto al Palacete del Embarcadero.
Abba Santander
Dirección: calle de Calderón de la Barca, 3. Santander (Cantabria).
Teléfono: 942 21 24 50-
Web: abbahoteles.com
Instalaciones: salón de estar, cafetería, comedor snacks, comedor de desayunos.
Habitaciones: 37 dobles y familiares.
Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados; animales domésticos prohibidos.
Precios: desde 61,75 euros la habitación doble, IVA incluido; desayuno, 10,45 euros, IVA incluido.
Encuentra inspiración para tus próximos viajes en nuestro Facebook y Twitter e Instragram o suscríbete aquí a la Newsletter de El Viajero.