El consejo de Abengoa, sus asesores y también los acreedores ven casi como única solución para salvar los activos valiosos la entrada de la SEPI en la filial operativa, Abenewco, según fuentes financieras. La dilación en el rescate, firmado el 6 de agosto, ha disparado las necesidades de la compañía. El fondo de solvencia, con una potencia de fuego de 10.000 millones de euros que depende del Ministerio de Hacienda, está muy limitado por su normativa, pero las fuentes consultadas señalan que el grupo andaluz planteará una fórmula que permita su intervención. Están en juego unos 14.000 puestos de trabajo, 3.000 en España.
El rescate acordado hace siete meses entre bancos, el ICO, la aseguradora controlada por el Estado (Cesce) y la Junta de Andalucía sumaba más de 500 millones de euros en avales y liquidez. El lunes 22 de febrero, los consejeros de la empresa cotizada, en preconcurso desde el verano, dieron el siguiente paso al solicitar el concurso. Los acreedores no habían respaldado seguir ampliando las prórrogas para el rescate del grupo. El dinero prometido por el Gobierno que preside Juan Manuel Moreno Bonilla nunca llegó –en teoría, por carecer de instrumentos jurídicos adecuados–, lo que paralizó todo el proceso.
La deuda de Abenewco el pasado julio ascendía a 466 millones, y el objetivo era que se subiera levemente, hasta los 528 millones, pese a la inyección de liquidez planteada de 230 millones. Esta suerte de milagro se llevaría acabo a través de un a un proceso de quitas y capitalizaciones varias.
Abengoa, que está siendo asesorada en su estrategia judicial por Ramón y Cajal Abogados, mira ahora hacia la SEPI, con el objetivo de plantear un plan de salvamento que pueda ser aprobado por el Consejo de Ministros. Los minoritarios, con Clemente Fernández al frente, ya han puesto un importe a ese rescate, por 250 millones de euros. Pero la cifra que finalmente se solicite dependerá de los acuerdos de los acreedores, entre los que destacan Banco Santander, Bankia, CaixaBank, Bankinter, KKR y Crédit Agricole.
También depende de la posible participación del fondo de capital riesgo que antes de que todo estallara estaba dispuesto a inyectar hasta 10 millones de euros más que Andalucía –35 millones en total– para cerrar la operación.
La participación del ICO y de Cesce también está encima del tapete, según fuentes de los acreedores. El Gobierno habilitó incluso la intervención del banco público en empresas en concurso a finales del año pasado con una línea de más de 2.500 millones de euros destinada exclusivamente a blindar la liquidez de las compañías en esta situación pero que estén cumpliendo el calendario de pagos acordado en el convenio.
Junta suspendida
El expresidente de Amper, Clemente Fernández, hubiera tomado hoy el control de la matriz de no haber sido por la medida que el viernes pasado acordó el juez que lleva el concurso, Miguel Ángel Navarro Robles, desde el tribunal de lo mercantil número 3 de Sevilla.
Quien tutela el concurso de la matriz, y en su día, allá por noviembre de 2015, se encargó del primer preconcurso del grupo de ingeniería, suspendió la junta de accionistas prevista para hoy. En su auto, consideraba necesario relegar a un segundo plano “las tensiones y luchas de poder entre socios, que no representan, en definitiva, sino un aspecto más (y por ello relativo o parcial), de la complejidad de intereses que al concurso comprende atender, pero ni el único ni el más importante en estos momentos”.
La sindicatura de pequeños inversores agrupada en torno a AbengoaShares, con más de un 15% del capital, era vista con recelo tanto desde los acreedores como desde las administraciones públicas. Ahora mismo, y hasta que se nombre administrador concursal, no se celebrará la reunión de socios. Y, en todo caso, la matriz, que es la cotizada, ya está oficialmente en concurso. Las fuentes consultadas señalan que aquí no hay nada que salvar y que está abocada a la liquidación. Los minoristas también perderían, de entrada, el 2,7% de Abenewco en el plan firmado hace siete meses. Este ya incluía la liquidación, de facto, de la filial, de ahí las protestas de los pequeños inversores de Abengoa.
La hoja de ruta ahora es que la SEPI intervenga directamente en la filial con los activos valiosos. Los expertos en derecho concursal consultados señalan que el camino más adecuado sería sacar Abenewco de la esfera patrimonial de la matriz para evitar que el concurso termine contaminándola.
También es posible un convenio de acreedores que salve a la filial viable, si bien este escenario es más complejo. Los despachos de abogados consultados indican que el procedimiento más adecuado ahora sería cortar por lo sano, empleando la primera opción, que implicaría la adquisición de la matriz. Los mismos acreedores podrían hacerlo. Pero antes de nada, se tiene que pactar el salvamento.
Condiciones muy exigentes para intervenir
- En crisis. El marchamo del Gobierno cuando presentó el fondo de rescate de la SEPI era este que tomaría participaciones en empresas que fueran viables y que no estuvieran en crisis antes del Covid. Cierto es que Abengoa tuvo que renegociar una reestructuración en agosto debido a la pandemia, pero hay dos criterios que incluye la normativa del fondo que, en principio, el grupo incumple. Otra cuestión es que se tomen por separado las cuentas de Abenewco para aprobar la intervención. La primera ratio es la de deuda financiera bruta entre el capital. La Comisión Europea señala que no pueden recibir rescates aquellas empresas cuya deuda haya supuesto más de 7,5 veces la cuantía de su capital durante dos años consecutivos. La segunda es la ratio de cobertura de los intereses de la deuda. Se calcula dividendo el ebitda del ejercicio entre el gasto financiero.
- Fórmulas. El fondo que pilota el ministerio que María Jesús Montero tiene capacidad para entrar en el capital directamente o a través de préstamos subordinados, como créditos participativos. Las fuente consultadas señalan que la luz verde de la SEPI al rescate de Duro Felguera, ya aprobado según publicó ayer la edición digital de CincoDías, sienta un precedente positivo para Abengoa.
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