Los abogados del gobierno de Estados Unidos lanzaron este miércoles un nuevo intento de extraditar a Julian Assange desde Reino Unido, Pues consideran que la preocupación por la salud mental del fundador de Wikileaks no debería impedirle enfrentar a la justicia estadounidense.
El australiano, de 50 años, es reclamado en Estados Unidos por 18 cargos penales, entre ellos el de infringir una ley de espionaje, después de que Wikileaks publicara en 2010 miles de archivos secretos estadounidenses y comunicaciones diplomáticas.
Estados Unidos ha recurrido la sentencia dictada el 4 de enero por un juez de distrito de Londres, según la cual Assange no debe ser extraditado porque probablemente se suicidaría en una prisión estadounidense.
El abogado James Lewis dijo al tribunal que Estados Unidos había respondido a las preocupaciones del juez de distrito dando garantías a Reino Unido sobre el trato que recibiría Assange en caso de ser extraditado.
Entre ellas, señaló que no sería sometido a un conjunto de estrictas condiciones de detención conocidas como Medidas Administrativas Especiales y que no sería detenido en un centro penitenciario de máxima seguridad en Florence, Colorado, conocido como ADX.
Las autoridades estadounidenses también habían asegurado a Reino Unido que consentirían que Assange cumpliera en Australia cualquier condena privativa de libertad impuesta por un tribunal estadounidense, dijo Lewis.
Assange, que niega haber cometido ningún delito, está recluido en la prisión de Belmarsh. Por la mañana, se informó al tribunal que se sentía demasiado mal para comparecer por videoconferencia, pero más tarde en el día apareció en la pantalla. Llevando camisa, corbata y mascarilla, sentado en una mesa, y sosteniendo su cabeza con la mano.
En un documento judicial, distribuido a los medios de comunicación, los abogados de Assange rechazaron las garantías de Estados Unidos, afirmando que podría ser recluido en otro centro de máxima seguridad en condiciones opresivas que le llevarían al suicidio.
Dijeron que Australia no había dado ninguna indicación de que consentiría que Assange fuera trasladado allí para cumplir una sentencia de Estados Unidos, y que estaría en alto riesgo mientras espera un traslado.
“Según las pruebas, lo más probable es que el Sr. Assange esté muerto antes de que (el traslado propuesto) pueda tener algún efecto”, escribieron.
Está previsto que la audiencia de apelación dure dos días, y se espera que los jueces emitan su fallo en una fecha posterior.
Simpatizantes de Assange se concentraron frente al edificio del tribunal desde primera hora de este miércoles, coreando: “liberen a Julian Assange”, antes de que llegaran su padre y Stella Moris, su pareja y madre de sus dos hijos.
Otro tema de disputa en la apelación es la fiabilidad de las pruebas de un experto psiquiátrico llamado por el equipo de defensa de Assange en la audiencia original de extradición.
Los abogados estadounidenses argumentan que la prueba debe ser desestimada porque el experto inicialmente no reveló que Moris era la pareja de Assange y que la pareja tenía hijos, información que, según ellos, era muy relevante para la cuestión de su riesgo de suicidio.
Los abogados de Assange dijeron que el juez de distrito había hecho bien en tener en cuenta las pruebas del experto.
Wikileaks cobró notoriedad cuando publicó grandes cantidades de documentos militares y comunicaciones diplomáticas confidenciales de Estados Unidos que, según este país, ponen vidas en peligro.
Poco después, Suecia solicitó a Reino Unido la extradición de Assange por acusaciones de delitos sexuales. Se ordenó su envío a Suecia en 2012, pero en su lugar huyó a la embajada de Ecuador en Londres y vivió allí durante siete años.
Fue arrestado en abril de 2019 y encarcelado por incumplir las condiciones de su fianza británica, aunque el caso sueco contra él había sido retirado. Las autoridades estadounidenses solicitaron entonces su extradición.
Los partidarios ven a Assange como un héroe antisistema victimizado por exponer las irregularidades de Estados Unidos en Afganistán e Irak. Los fiscales estadounidenses lo consideran un enemigo imprudente del Estado cuyas acciones han puesto en peligro la vida de los agentes mencionados en el material filtrado.
Liberen a Assange
Decenas de personas salieron a la calle este miércoles en Londres para protestar frente al Tribunal Superior de la capital británica a favor de Julian Assange, fundador de Wikileaks, poco antes del inicio de la vista judicial sobre su extradición a Estados Unidos.
El grupo acudió con altavoces y pancartas a primera hora de la mañana para solicitar la liberación del activista y programador.
“Es muy importante estar aquí hoy, no solo es importante para los periodistas sino para todo el mundo a nivel global”, dijo Sadia Kokni, una manifestante.
“Se trata de las atrocidades que ha expuesto, es un buscador de justicia y verdad que da la cara por todos”, aseguró.
El caso de Assange no tiene precedentes en Estados Unidos bajo la normativa original, la Ley de Espionaje de 1917. Muchos académicos consideran que la ley, que nunca se ha utilizado para enjuiciar a un periodista hasta ahora, plantea problemas constitucionales preocupantes porque infringe los derechos de la Primera Enmienda a recibir y publicar información.
Amnistía Internacional pide su liberación
En un comunicado, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, instó a los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido a “retirar los cargos y poner en libertad a Assange”.
Sus palabras han tenido lugar después de que se difundieran una serie de informaciones que revelan que los servicios de Inteligencia de Estados Unidos habrían considerado la posibilidad de secuestrar o matar al activista cuando residía en la Embajada de Ecuador en Londres.
“Las garantías del Gobierno estadounidense de que Julian Assange no ingresará en un centro penitenciario de máxima seguridad ni será sometido a medidas administrativas especiales abusivas quedaron desacreditadas al admitir que se reserva el derecho a revocarlas“, señala.
“Ahora, las informaciones de que la CIA consideró la posibilidad de secuestrar o matar a Assange han arrojado aún más dudas sobre la fiabilidad de las promesas estadounidenses y han puesto más al descubierto la motivación política que subyace a este caso”, afirmó.
Para Callamard, resulta “grotesco” que casi 20 años después ninguna persona responsable de los presuntos crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos durante las guerras de Afganistán e Irak haya rendido cuentas ni haya sido procesada, y, sin embargo, un editor que sacó a la luz dichos crímenes se enfrente a una posible cadena perpetua“.
Está previsto que durante la vista se examinen los cinco motivos esgrimidos por Estados Unidos para pedir la extradición de Assange.
“La implacable persecución de Julian Assange por el Gobierno estadounidense deja ver a las claras que este procesamiento es una medida punitiva“, dijo Callamard.
Con información de Reuters y Europa Press
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