Más de 300 miembros del grupo terrorista ISIS atrincherados en una pequeña zona del este de Siria se niegan a rendir a las fuerzas respaldadas por Estados Unidos e intentan negociar una salida.
Los extremistas están parapetados en la aldea de Baghouz, donde se ocultan entre centenares de civiles a quienes impiden dejar el sitio.
Esas tácticas casi seguramente retrasarán que se declare el fin del autoproclamado califato de ISIS, que las Fuerzas Democráticas Sirias esperaban hacer la semana pasada.
De acuerdo con una persona cercana a las negociaciones, los extremistas piden un corredor hacia la provincia noroccidental de Idlib, que aún está bajo control rebelde.
La persona habló bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizada a revelar información sobre el dialogo, que describió como indirecto.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, un grupo activista con sede en Gran Bretaña que monitorea la guerra civil en Siria, señaló que también se rechazó la solicitud del grupo Estado Islámico de ser evacuado al vecino Irak.
El grupo terrorista ISIS dejó en libertad a 10 combatientes de las FDS el domingo, pero no estaba claro si iban a conseguir algo a cambio, dijo el Observatorio.
El diminuto punto en el remoto desierto oriental de Siria, cerca de la frontera con Irak, es lo que queda del califato que una vez abarcó una tercera parte de los dos países e incluyó varias ciudades y pueblos grandes.
Fuerzas lideradas por EEUU atacan a ISIS
Las FDS y la coalición encabezada por Estados Unidos han estado combatiendo a ISIS en la región desde septiembre.
En años recientes, ellos y otras fuerzas han estado expulsando al grupo terrorista de casi todas las áreas que una vez controló, en batallas que han dejado miles de muertos y a pueblos y barrios en ruinas.
El DeirEzzor 24, un grupo de activistas en el este de Siria, dijo que varios camiones cargados con comida ingresaron a Baghouz el lunes. Reportó además la libertad de combatientes de las FDS, sin decir si se trató de un quid pro quo.
Al menos 62 personas han muerto en las últimas semanas, mayormente por agotamiento y desnutrición, tras escapar de territorio en poder del grupo terrorista, dijo el Comité Internacional de Rescate.
El vocero Paul Donohoe dijo que dos terceras partes eran niños menores de un año.
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