Juan Alberto Vázquez / Estados Unidos
Tras de luchar judicialmente y argumentar las duras condiciones de un “confinamiento solitario” de más de 6 años, el ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, abandonará la penitenciaría Thomson en Illinois el sábado 9 de noviembre del 2024.
El juez Rolando Olvera de la Corte Federal del distrito sur de Texas sentenció a Yarrington en marzo del 2023 a 108 meses (9 años) por delitos de lavado de dinero. En la ficha inicial que el exfuncionario tiene en el Buró de Prisiones decía que abandonaría la prisión en diciembre del 2025, pero ahora este documento se ha vuelto a modificar con la nueva fecha. Con la corrección, el exgobernador tamaulipeco, pasará sólo 91 meses en la cárcel.
Tras de ser prófugo de la justicia desde agosto del 2012, y ser rastreado por la Interpol en 150 países, finalmente Yarrington fue arrestado en Florencia, Italia, el 9 de abril de 2017, cuando viajaba con nombre y pasaporte falsos. Aunque luchó contra su extradición, las autoridades italianas lo enviaron a Estados Unidos en abril del 2018 donde permaneció en custodia y tratando de desestimar infructuosamente los cargos de su dictamen.
El gobierno estadounidense estipuló que los fondos lavados por el exfuncionario mexicano oscilaban entre los 3.5 y los 9.5 millones de dólares, cantidades que habría depositado en instituciones bancarias entre septiembre del 2005 y diciembre del 2012.
Tomás Yarrington, gobernador de Tamaulipas entre 1999 y el 2004, fue acusado en la corte de Brownsville junto al empresario Fernando Alejandro Cano Martínez, de conspirar en una empresa criminal continua para actos ilegales como la importación y distribución de cocaína y marihuana, lavado de dinero, fraude bancario, y conspiración para mentir a una institución financiera. Sin embargo, al aceptar su culpa casi todos los cargos le fueron desestimados salvo el de lavado de dinero.
Pese a la presunta gravedad de esos cargos, tanto su defensor Chris Flood como uno de los fiscales que llevaban el caso, James Sturgis, presentaron en noviembre pasado a Olvera una moción conjunta para una sentencia “enmendada”. Semanas más adelante, el juez palomeó la resolución que quedó lista en diciembre pasado y cuyos argumentos aún permanecen bajo sello.La moción conjunta recuerda al juez que Yarrington, fue sometido al régimen de aislamiento al ser catalogado por el Servicio de Alguaciles como reo “en peligro” y no como “peligroso”.
Durante la jornada donde sentenciaron al mexicano, el defensor Flood insistió que cada mes que Yarrington había pasado en el régimen de aislamiento debía contar doble: “Su Señoría, si se toma la mitad de los 60 meses (en ese momento) que ha estado bajo custodia protectora, entonces 30 meses debían ser quitados de la recomendación de 108 que emitió el gobierno, pedimos que se añadan 30 meses adicionales a su crédito” dijo Flood quien al final aclaró sus cuentas.
“Poniendo números a ese argumento, Señoría, eso haría una sentencia de 78 meses” que se habrían cumplido en octubre del 2023. Aunque Olvera rechazó la sugerencia del defensor, si accedió a recortar dos de los nueve años de cárcel que en un inicio recibió Yarrington Ruvalcaba.
Pendientes con la justicia mexicana
Aunque su salida temprana de una cárcel estadounidense puede significar un triunfo para su causa, Yarrington aún deberá enfrentar a la justicia mexicana que el 22 de diciembre pasado le rechazó cancelar una orden de aprehensión vigente por un presunto lavado de 12.7 millones de pesos y 450 mil dólares, usados para la compra de inmuebles tanto en México como en Estados Unidos.
Como lo señaló la DEA y él mismo acusado aceptó años después ante un juez, Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba recibió sobornos por parte del Cartel del Golfo y los Zetas entre 1999 y 2005 cuando fue gobernador. “Esos fondos ilegales los blanqueó aquí en los Estados Unidos para mantener un estilo de vida muy lujoso”, dijo la fiscal Karen Betancourt en la audiencia donde lo sentenciaron.
“Con las ganancias mal habidas compró a su familia un condominio en South Padre Island (que pagó al contado al precio de 450 mil dólares); otro condominio en Port Isabel, pero además había lujosas casas en Mission, otras segundas casas en
Austin, aviones, vehículos lujosos y una serie de propiedades de inversión en Brownsville, en South Padre Island, y en la zona de la Canterra de San Antonio”, remató la empleada del gobierno.
En México, se sospecha que Yarrington formó parte de la conspiración que ordenó asesinar en junio del 2010 a Rodolfo Torre Cantú, excandidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, aunque no se sabe que haya una investigación al respecto. La SIEDO también halló que en 1998 Yarrington presuntamente recibió más de 8.5 millones de dólares del Cártel del Golfo y del Cártel de Juárez en once pagos separados, con el objetivo de financiar su campaña para Gobernador de Tamaulipas.
Pese a que en enero del 2012 la Procuradora General de la República, Marisela Morales Ibáñez, ordenara a los tres últimos gobernadores de Tamaulipas de entonces, –Manuel Cavazos Lerma, Eugenio Hernández Flores y Tomás Yarrington– permanecer en el país debido a las sospechas de sus ligas con carteles de la droga, Yarrington Ruvalcaba desapareció y se convirtió en prófugo desde entonces.
Al llegar a Texas deportado desde Italia en 2017 aceptó “colaborar” lo que en su caso significaba “devolver” al gobierno estadounidense dinero en efectivo y propiedades.
Durante la lectura de su sentencia, Yarrington dijo que la prisión había hecho milagros en él:
Hace 6 años que vivo detenido, su señoría. Han sido 6 años difíciles. Muy duros, muy duros. Tiempo de aislamiento. Tiempo de silencio. Tiempo de soledad. Pero también tiempo de reflexión. Tiempo de arrepentimiento. Tiempo de crecimiento espiritual. Tiempo para reunirse con Dios y buscar su perdón.
Luego el exgobernador de Tamaulipas siguió: “El hombre que comparece ante usted, Señoría, no es el mismo que pisó la cárcel por primera vez hace seis años. He cambiado, y he cambiado a mejor. Hoy estoy más cerca de convertirme en el hombre que Dios quiere que llegue a ser.
Les pido disculpas a ustedes, al gobierno estadounidense, al pueblo mexicano y a mi familia. Pido disculpas por mi mala conducta”.
Este hombre que llegó a asociarse con los peores liderazgos de los Cárteles de Los Zetas y El Golfo y contribuir al desastre en que se encuentra Tamaulipas actualmente, ahora se halla a unos meses de recuperar su libertad.
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