“Me gusta Emmy Rossum, pero ¿por qué contratar a una mujer de 35 años para hacer de la madre de alguien de 25? ¿Por qué no una actriz mayor?”, es uno de los mensajes que podían leerse estos días en redes sociales como reacción al anuncio de que la actriz de Shameless interpretará a la progenitora de Tom Holland, solo 10 años menor, en la nueva serie de Apple TV+, The Crowded Room. Aunque la guionista y productora Carina Adly Mackenzie ha matizado que el personaje de la madre aparecerá fundamentalmente en flashbacks, correspondientes a cuando el hijo que interpreta Holland es niño, la noticia ha reavivado el debate en torno al tabú del envejecimiento de las mujeres en el cine: en 2015, un estudio de la revista Time mostraba cómo mientras los actores alcanzan, de media, el mejor momento de su carrera a los 46 años, el punto álgido de las actrices llega a los 30.
La antropóloga sociocultural Úrsula Borrego, especializada en políticas de igualdad y exvocal de la Comisión de Evaluación de Películas del Ministerio de Cultura y Deporte, señala a ICON lo paradójico de que actrices interpreten a madres con diferencias de edad imposibles mientras, en la realidad, tengan menos oportunidades para hacer papeles cuando dan a luz, como en el caso de la actriz Jessica Alba. “Salvo personalidades con cierto estatus, como Helen Mirren o Glenn Close, a muchas actrices no las estamos pudiendo ver envejecer en las películas. El canon de belleza impuesto, que supone que siempre vamos a tener que ser bellas, delgadas y jóvenes, es una losa sobre la vida de las mujeres y se ve perfectamente representado en el cine”, explica la investigadora.
El caso de las madres es solo uno de los ejemplos de infrarrepresentación de las mujeres mayores en el cine. También es claramente apreciable en lo referente a las parejas de los personajes que interpretan actores como Tom Cruise, que, a sus 59 años, solo ha tenido un interés romántico mayor de 35 en una película en toda su carrera: Cameron Diaz, con 38, en Noche y día. En la secuela de Top Gun, cuyo estreno está previsto para mayo de este año, no repetirá personaje la actriz que interpretó a la novia de Cruise en la primera entrega, Kelly McGillis: tiene actualmente 64 años y, según ella misma ha declarado, nadie le llamó para que participase. “Para los hombres hay incluso una ganancia con la vejez, tienen más autoridad y confianza. A las mujeres, sin embargo, solo les queda ser figuras terroríficas, como la de La abuela, ser brujas o madrastras”, dice Borrego, que recuerda también la invisibilización de la vida sexual de las mujeres mayores en el cine y destaca la excepción, dentro de la cosecha de cine español del pasado año, del personaje de Petra Martínez en La vida era eso.
En la siguiente selección, el paso de algunas actrices entre ser aceptables como interés romántico y ser madres puede llegar a verse incluso en ejemplos con el mismo actor haciendo de pareja y acabando por hacer de su hijo. También resulta significativo observar cómo incluso mujeres que eran etiquetadas como maduras atractivas para hombres aparentemente adolescentes eran, de hecho, apenas un lustro mayor que esos hombres.
Tom Hanks y Sally Field en ‘Lo que importa es el final’ (1988).IFA Film (United Archives / Cordon Press)Sally Field y Tom Hanks en Forrest Gump: diferencia de 10 años
El caso de este particular tándem madre-hijo resulta aún más llamativo teniendo en cuenta que Field era la chica a la que Tom Hanks aspiraba a conquistar en Lo que importa es el final, de 1989. Ya se lo advertiría su personaje al joven Forrest Gump: “La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar”. Ambos tenían 47 y 37 años respectivamente cuando estrenaron el clásico de Robert Zemeckis sobre la historia contemporánea estadounidense. Como en lo relativo a Emmy Rossum y Tom Holland, la elección de Sally Field se justifica, en buena medida, por su aparición en las escenas en las que el personaje es un niño, mientras que en las escenas que comparte con Hanks se encuentra convenientemente caracterizada y envejecida como una anciana.
Anne Bancroft y Katharine Ross en El graduado: diferencia de 8 años
Quintaesencia del morbo hacia una madre, la mujer que seducía a Dustin Hoffman en El graduado era simplemente 6 años mayor que el actor, mientras que su hija Elaine, el interés romántico, tan solo tenía 8 años menos. Algo similar sucedía en American Pie, que terminó de asentar en el imaginario popular el concepto de MILF (Mother I’d Like to Fuck, en la traducción española de la película “madre que me follaría”), donde la madre de Stifler, el personaje de Sean William Scott, era interpretada por Jennifer Coolidge, simplemente 13 años mayor.
Angelina Jolie y Colin Farrell en ‘Alejandro Magno’.Angelina Jolie y Colin Farrell en Alejandro Magno: diferencia de 1 año
Una de las decisiones de casting más rocambolescas del cine del siglo XXI fue la tomada por Oliver Stone cuando escogió a Jolie, de entonces 29 años, para interpretar a la madre de Colin Farrell, de entonces 28, en Alejandro Magno. “La creencia común de que un año de perro equivale a siete años humanos podría aplicarse fácilmente a las actrices. Debe ser por el agua de California, pero algo parece sucederles a las mujeres de Los Ángeles, por las que pasan los años a un ritmo mucho más rápido que sus contemporáneos masculinos”, escribía indignada sobre este caso la periodista Hadley Freeman en The Guardian. El personaje de Olimpia interpretado por Angelina Jolie estaba lejos de ser la única incoherencia de la película, ampliamente criticada por historiadores por mostrar “todas las nociones del Oriente exótico imaginario sobre la inferioridad y el pintoresquismo de aquellas sociedades”.
Glenn Close y Mel Gibson en Hamlet, el honor de la venganza: diferencia de 9 años
La película dirigida por el italiano Franco Zeffirelli con Gibson como protagonista tuvo a la actriz Glenn Close, menos de una década mayor, en el papel de Gertrudis, la madre del héroe. Entre tanto, el personaje de Ofelia (amada de Hamlet) fue interpretado por Helena Bonham Carter, 10 años menor que Gibson. El polémico intérprete volvió a tomar una decisión parecida desde la silla de dirección en La Pasión de Cristo, donde escogió para interpretar a la Virgen María a Maia Morgenstern, 6 años por encima del actor que interpretó a Jesucristo. Gibson, cuya actual novia (la directora y guionista Rosalind Ross, con la que tuvo su noveno hijo) es 34 años menor que él y también habló abiertamente a The Mirror sobre la “preocupación” que le generaban “los problemas que puede causar” la diferencia de edad tan grande entre él y su pareja, si bien recordó que la edad “es solo un número” y aseguró que ella era “una persona muy especial”.
Christine Baranski, Judy Craymer, Cher, Jessica Keenan Wynn, Alexa Davies, Meryl Streep, Amanda Seyfried y Lily James en el estreno de ‘Mamma Mia! Una y otra vez!GTRESONLINECher y Meryl Streep en Mamma Mia! Una y otra vez: diferencia de 4 años
Todo lo relacionado con funcionamientos raros del continuo espacio-tiempo para las mujeres tiene que pasar inevitablemente por Cher, que ha podido revertir la dinámica sobre la edad femenina en Hollywood por, a sus 75 años, seguir pareciendo muchísimo más joven de lo que realmente es, como un estándar ejemplar e irreplicable de envejecimiento. La cantante y actriz aseguró que no se tomó mal que le pidieran interpretar a la madre de Meryl Streep, solo cuatro años menor, en la secuela de Mamma Mia!, en cuya promoción llegó a dejar perlas como “No me enteré de que tenía 40 años hasta que cumplí 60″. Cher, frecuentemente, ha tenido parejas masculinas más jóvenes en el cine (por ejemplo, Nicolas Cage, a quien saca 17 años, en Hechizo de luna) e incluso bromeó al respecto, por ejemplo, en el gag más recordado de la película Pegado a ti (2004), donde se interpretaba a sí misma y se autoparodiaba al mostrar como su novio al entonces adolescente Frankie Muniz, el actor de Malcolm.
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