En tanto, la reportera mexicana Ana Lilia Pérez comentó que “va quedando claro el escenario ineludible para el gobierno mexicano” de investigar las líneas de operación que le permitieron actuar al Cártel de Sinaloa.
Las acusaciones de soborno que hizo Alexis Cifuentes, durante el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán, sólo son parte de una venganza en contra el general Óscar Naranjo, afirmó Alejandro Santos, director de la revista Semana, de Colombia.
En #MesaDeAnálisis con la periodista Carmen Aristegui, explicó que Cifuentes, el testigo que acusó que el expresidente Enrique Peña Nieto y el general Óscar Naranjo recibieron sobornos de “El Chapo” Guzmán, es parte de un clan familiar que lideraba una organización criminal en Colombia, y que a su vez tenía vínculos con el Cártel de Sinaloa.
Mencionó que el general retirado de la Policía Nacional de Colombia fue quien estuvo detrás de las operaciones para capturar a los miembros de la organización de los Cifuentes y de la incautación de al menos 150 millones de dólares de propiedades y bienes.
Por su parte, la periodista Ana Lilia Pérez comentó que “va quedando claro el escenario ineludible para el gobierno mexicano de tener que investigar esas líneas de operación, esos puntos clave que le permitieron operar al Cártel de Sinaloa”.
“Porque el Cártel de Sinaloa va más allá de Joaquín Guzmán Loera, es un modo de operación corporativa trasnacional, que ha sido construida por la complicidad de funcionarios públicos… Finalmente vamos al gran tema de lavado de dinero. Se debe poner atención porque ese fue uno de los errores, omisiones de los gobiernos pasados, el no investigar los corporativos que ya se habían identificado como facilitadores para el lavado de dinero“, puntualizó.
Por su parte, el escritor Fabrizio Mejía observó que a diferencia de Colombia, donde Pablo Escobar, tuvo un enfrentamiento con el gobierno, en México el eslabón más débil es el narcotraficante.
“Todo está organizado desde arriba, desde los políticos, los empresarios, los que lavan dinero, y el eslabón más delgado es el del narcotraficante. “El Chapo Guzmán“, sin ser una víctima, es el eslabón más vulnerable de la cadena que es corporativa, tiene que ver con apoyos políticos y es trasnacional”, abundó.
El escritor recordó una anéctota que le contó el periodista Gabriel García Márquez, “de una vez que estaban él y Carlos Fuentes cenando en casa de Bill Clinton, se pasaron un poco de copas y fumaron algunas cosas prohibidas, ilegales, y de ahí entraron al tema de la legalización de las drogas”.
“Fuentes le dice a Clinton ‘¿por qué no legalizas las drogas?, todo mundo las usa, podría ser un mejor mundo si ustedes las legalizan’. Clinton se río, antes de tomar su saxofón, y le dijo ‘tú estás loco, terminaríamos con el sistema financiero internacional‘, esa fue la respuesta”, narró.
A continuación la entrevista completa: