Acusan a Netanyahu por cargos de corrupción; es un intento de golpe de Estado, revira

Acusan a Netanyahu por cargos de corrupción; es un intento de golpe de Estado, revira

El primer ministro israelí recibió ‘regalos’ de alto valor monetario y favoreció a una empresa a cambio de que le prestara una cobertura informativa favorable.

El Ministerio de Justicia israelí, Avichai Mandelblit, acusó al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, de varios cargos de corrupción, entre ellos fraude, abuso de confianza y soborno.

Netanyahu ha negado haber cometido estos delitos en varias ocasiones, y este jueves declaró que las acusaciones en su contra equivalen a un intento de golpe de Estado.

“Somos testigos de un intento de golpe de Estado contra el primer ministro con acusaciones falsas y una investigación corrupta y sesgada“, aseveró Netanyahu. “Por lo que estoy pasando no es fácil: también soy un ser humano. Mi sangre, la sangre de mi esposa y la sangre de mis hijos se están derramando”, expresó.

Sobre los investigadores de la causa Netanyahu sentenció: “no han estado persiguiendo la verdad, han estado persiguiéndome a mí”. En este contexto, arremetió contra el fiscal general, Avichai Mandelblit, quien unas horas antes anunció las acusaciones contra el primer ministro y ha exigido que “se investigue a los investigadores”.

Asimismo, el primer ministro israelí ha insinuado que detrás de la investigación en su contra, de tres años, hay “intereses extranjeros”.

Ministerio de Justicia israelí, Avichai Mandelblit.

Además, indicó que la indagación de sus supuestos delitos está contaminada por prejuicios y negó haber cometido los delitos de los que se le acusa.

De acuerdo con la acusación, presentada tras una investigación de tres años, Netanyahu recibió regalos por valor de cientos de miles de dólares de amigos multimillonarios, y utilizó su influencia para favorecer a una empresa de telecomunicaciones a cambio de que esta le prestara una cobertura informativa favorable.

Tras ser acusado, el mandatario no tiene la obligación legal de renunciar, pero ahora podrían multiplicarse los reclamos en su contra.

La decisión, anunciada por el fiscal Mandelblit, genera más incertidumbre sobre quién liderará finalmente un país sumido en la inestabilidad política después de dos elecciones no concluyentes este año.

En lo que va de 2019 se han realizado dos comicios parlamentarios en Israel. En los primeros, que tuvieron lugar en abril, el movimiento Azul y Blanco, liderado por Benny Gantz, y el Likud recibieron por 35 de los 120 escaños. En septiembre, ganaron 33 y 32 escaños, respectivamente. Para crear una mayoría, necesitan ganar el apoyo de 61 diputados.

Gantz, encargado en octubre por el presidente del país, Reuven Rivlin, para formar un Gobierno de coalición, avisó al mandatario este 20 de noviembre que no logró hacerlo. (RT)




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