El gigante alemán de ropa deportiva Adidas registró el miércoles su primera pérdida anual en más de 30 años y advirtió que las ventas en América del Norte volverán a caer, mientras los minoristas de ropa deportiva en Estados Unidos luchan contra los altos inventarios.
La marca perdió 75 millones de euros en 2023, frente al resultado positivo de 612 millones de un año antes.
Adidas ha estado luchando por recuperar fuerzas después de que cortara lazos con Kanye West en octubre de 2022, suspendiendo las ventas de la muy rentable línea de tennis Yeezy.
Según informó este miércoles en un comunicado, su facturación descendió un 5% en 2023 si se compara con el 2022 hasta los 21 mil 427 millones, tras dejar de ingresar unos 500 millones por la interrupción de su negocio con West.
Por áreas de negocio, la compañía facturó 12 mil 139 millones por su división de zapatillas, un 1% menos; al tiempo que redujo sus ingresos un 11% por la ropa deportiva, hasta los 7 mil 806 millones y un 1% por los accesorios, hasta los 1,483 millones.
Por áreas geográficas, registró descensos de ventas los experimentó en América del Norte y en la región EMEA, donde ingresó un 19 y un 4% menos, respectivamente; mientras que en China su facturación se mantuvo invariable y creció en Asia y el Pacífico (1%) y Latinoamérica (9%).
Durante el último trimestre del año, Adidas perdió 379 millones, un 25.9% más que durante el ejercicio anterior, al tiempo que sus ingresos decrecieron un 7.6% hasta los 4 mil 812 millones.
El resultado bruto de explotación o ebitda se redujo un 28% en 2023 si se compara con 2022 hasta los 1,358 millones.
La cotizada alemana informó en un comunicado de que su resultado se vio afectado por un tipo impositivo “extraordinariamente alto”, después de que aumentara hasta el 189.2% en 2023, frente al 34.5% en 2022, aunque espera que vuelva a normalizarse de cara al futuro.
Además, sus inventarios decrecieron en casi 1,500 millones, un 24% con respecto a 2022, hasta situarse en 4 mil 525 millones a finales de diciembre de 2023, después de que la compañía realizara iniciativas en su gestión, como la reducción de volúmenes de compra o la reutilización táctica de las existencias previas.
En su primer año en el cargo, el consejero delegado Bjørn Gulden reanudó las ventas de los tennis Yeezy para liquidar las existencias restantes, al tiempo que trataba de impulsar productos populares como las zapatos Samba y Gazelle y mejorar las relaciones con los minoristas.
Las acciones de Adidas se han recuperado, superando a las de Nike y Puma desde que asumió el cargo.
Sin embargo, América del Norte seguirá siendo débil y Adidas espera que las ventas caigan alrededor de un 5% este año. La menor demanda y los altos niveles de inventario en EEUU han lastrado a las empresas de ropa deportiva y de vestir, con las marcas aplicando descuentos en sus productos en un intento de liquidar existencias.
Durante 2024, la empresa planea volver al crecimiento de sus ingresos mediante la ampliación de sus franquicias y el aprovechamiento de una gama de productos mejor, por lo que sus ventas crecerán a un ritmo medio de un dígito si consigue vender el resto de inventario de Yeezy a precio de coste.
Además, prevé conseguir un beneficio de explotación de unos 500 millones tras el impacto de los efectos desfavorables de las divisas y en un contexto de retos macroeconómicos y las tensiones geopolíticas.
La compañía propondrá el reparto de un dividendo de 0.7 euros con cargo a los resultados de 2023.
(Con información de Reuters y EFE)
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