Tras el anuncio de un decreto presidencial para extinguir una serie de fideicomisos, la comunidad artística manifestó su preocupación por instancias como el Fonca.
Miles de personas se sumaron el fin de semana al reclamo de la comunidad cultural que pide defender los apoyos a la creación artística, en riesgo ahora tras un decreto presidencial que ordena terminar con todos los fideicomisos públicos sin estructura orgánica, mandatos o análogos de carácter federal.
Tras el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador el jueves y la posterior publicación en el Diario Oficial de la Federación del decreto para extinguir o dar por terminados los fideicomisos, la comunidad artística manifestó su pesar por el destino de instancias como el Fonca, la Cineteca Nacional, Foprocine, Fidecine y Educal, entre otros.
Estos fondos dependen directamente de los fideicomisos impactados por la decisión presidencial.
A través de redes y plataformas como change.org, artistas de diversas disciplinas, intelectuales, colectivos, gestores y promotores firmaron cartas dirigidas al presidente López Obrador; al secretario de Hacienda, Arturo Herrera; a la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, y a la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto, para solicitar el resguardo del Fonca y otros organismos de apoyo gubernamental al arte y la cultura en el país.
“Ante la promulgación de un decreto del Poder Ejecutivo que usted encabeza y que extingue, de manera somera y sumaria, todos los fideicomisos y mandatos federales, excepción hecha de los que cuenten con una estructura orgánica, nos permitimos dirigir su atención al caso del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), organismo público creado en 1989 cuya existencia, severamente amenazada por esta decisión, ha levantado una gran preocupación en nuestra comunidad y allende ella”, señala la misiva publicada este domingo en change.org.
“Hace unos meses, ya durante su Presidencia, conoció una crisis política mayúscula; sin embargo, cabe decir que salió fortalecido de ésta pues, ante ella, las autoridades de la Secretaría de Cultura se esforzaron por transparentar aún más su operación y por diversificar su padrón de beneficiarios, aun pese a una arquitectura jurídica que de origen se antoja pobre, apresurada y endeble, y cuyas limitaciones quedan en evidencia hoy que su existencia misma está en entredicho”, agrega.
El documento publicado en el Diario Oficial el jueves 2 de abril dice: “Se instruye a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, a la Oficina de la Presidencia de la República, así como a los Tribunales Agrarios, para que a la entrada en vigor del presente Decreto y en términos de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y su Reglamento, lleven a cabo los procesos para extinguir o dar por terminados todos los fideicomisos públicos sin estructura orgánica, mandatos o análogos de carácter federal en los que funjan como unidades responsables o mandantes”.
En su conferencia matutina del viernes 3 de abril, AMLO explicó que si bien hay fideicomisos creados por ley y no se pueden eliminar por decreto, también hay muchos que están constituidos desde hace tiempo, por acuerdos o decretos del Ejecutivo o de Hacienda.
“Vamos a decir que cada dependencia, no todas, pero sí algunas tenían sus ‘guardaditos’ y lo que se está haciendo ahora, porque es un mandato de la Ley de Austeridad Republicana, es concentrar todos esos recursos en Hacienda, y Hacienda los va a distribuir”, apuntó.
Con esta medida, dijo, se reunirá alrededor de 250 mil millones de pesos, que serán destinados a cuatro necesidades básicas: Fortalecer programas sociales, proteger a los pobres; ayudar a la reactivación económica; apuntalar a Petróleos Mexicanos por la caída en los precios del petróleo, y pagar deuda.
A más tardar el 15 de abril, será concentrada en la Tesorería de la Federación la totalidad de los recursos públicos federales que formen parte de los fideicomisos.
Según el documento, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por conducto de su titular, Herrera, queda facultada para resolver las excepciones, que deberán ser resueltas previa solicitud, fundada y justificada por el titular del fideicomiso.
“Si el Fonca existe es justo para combatir los privilegios, para democratizar y transparentar el acceso de los creadores a financiamiento público”, señalan en la misiva los artistas, entre ellos Nicolás Alvarado, Alejandro Magallanes, Ana Elena Mallet, Betsabeé Romero, Blanca Guerra, Cuauhtémoc Medina, Déborah Holtz, Dolores Béistegui, Enrique Guerrero, Hilario Galguera, José Wolffer y Raúl Padilla López.
Además de exhortar a AMLO a incluir el Fonca en el listado de excepciones a este decreto, solicitan un proceso que lo dote no sólo de un diseño institucional sólido sino de una estructura orgánica que garantice su funcionamiento probo y continuo.
“México necesita conservar y fortalecer el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes”, sentecia. “Su pervivencia es la de una noción ciudadana de la cultura en un Estado social”.
El Fonca fue creado en marzo de 1989, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, para fomentar, estimular y apoyar la creación y la producción artística y cultural de calidad; promover y difundir la cultura; incrementar el acervo cultural, y preservar y conservar el patrimonio cultural de la nación.
Cuenta con un sistema de becas que apoya a artistas y creadores, seleccionados mediante la presentación de propuestas evaluadas por comisiones de dictaminación y selección, formadas por artistas y creadores de larga trayectoria.
En junio de 2019 y después de que la senadora Jesusa Rodríguez criticó las becas del Fonca, Notimex publicó el reportaje Los estímulos del Fonca: entre la opacidad y el despilfarro, en el que cuestionó el proceso de asignación de los apoyos, lo que desató polémica entre la comunidad artística y en redes se posicionó #YtúquéHicisteConElFonca, en que los beneficiarios de varias ediciones presumieron los resultados de su trabajo en ese esquema.
El escritor Alberto Ruy Sánchez explicó entonces en un artículo periodístico que el Fonca fue creado como un reconocimiento de la obligación del Estado de incentivar a los creadores. Y para que fuera una política de Estado y no de gobiernos específicos, una política que permaneciera a través de los sexenios, se le dio la forma de un Fideicomiso cuyos dineros no puedan ser fácilmente apropiados por algún gobernante abusador. Es un organismo que tiene más autonomía que una oficina de gobierno.
El autor de Los nombres del aire calificó como difamatorio y fraudulento, por dolo o negligencia, ese reportaje de Notimex.
“No está de más señalar que los acuerdos internacionales firmados por México ante la ONU y la UNESCO condenarían y declararían ilegal toda regresión de este tipo”, agregó Ruy Sánchez en aquel texto.
Apenas en marzo, el Fonca abrió su convocatoria para otorgar más de 300 becas en los programas Jóvenes Creadores y Creadores Escénicos. La Secretaría de Cultura informó que seleccionaría hasta 225 proyectos de jóvenes artistas, quienes recibirán una beca mensual por un año por 8 mil 532. Para Creadores Escénicos habrá 90 apoyos, que van de los 9 mil 360 pesos a los 20 mil pesos.
Otra carta encabezada por un colectivo, Libertad Creativa, y que circula en change.com señala que el Fonca fue fundado por medio de un carácter irrevocable, firmado por al Secretaría de Educación Pública, por conducto del Conaculta, en calidad de mandante, y por el Banco Nacional de México en su carácter de mandatario, en un documento que estipula que el gobierno federal otorga una creciente importancia a la política cultural del Estado, a fin de atender las demandas de una mejor calidad de vida para todos los mexicanos.
La misiva, que ya rebasa las 13 mil firmas, asegura que son cientos de creadores, trabajadores y agentes culturales quienes forman parte de la extensa comunidad que se vería gravemente dañada con la extinción del fideicomiso Fonca, ya que es a través de esta comunidad que se vuelve efectivo el recurso económico.
“Sabemos que en este momento es apremiante la salud, pero tengamos presente que históricamente estos eventos de crisis son los crisoles de la creación y el remanso de un pueblo dañado que buscará en el arte un espacio para paliar el sufrimiento, por ello es que consideramos de vital importancia conservar la estructura cultural que formará parte de esa recuperación del tejido social”.