Los fertilizantes nitrogenados y pesticidas sintéticos tienen impactos significativos en el cambio climático. Sin embargo, su contaminación es poco reconocida, señala un nuevo reporte.
El informe del Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL) sostiene que el impacto climático global de estos agroquímicos supera el de la aviación comercial, contribuyendo aproximadamente con el 2% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
Según el reporte, solo la producción de amoníaco (NH₃) libera aproximadamente 450 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) por año, equivalente a las emisiones totales del sistema energético de Sudáfrica.
Asimismo, advierte que las emisiones surgen no solo de la producción de este tipo de productos, sino también de su aplicación suelos agrícolas.
No obstante, el informe advierte que las tendencias del mercado de fertilizantes sintéticos van en aumento y describe cómo estos están vinculados a los combustibles fósiles a través de las materias primas.
Según el CIEL, durante las últimas seis décadas, la producción y el uso global de este producto se ha multiplicado por nueve, de 12.9 millones de toneladas en 1961 a más de 123 millones de toneladas en 2020.
Igualmente, asegura que los países de ingresos altos como Japón, Estados Unidos y partes de Europa occidental utilizan 85–135 kilogramos per cápita.
Además, desde 1960, el valor de las exportaciones mundiales de plaguicidas aumentó un 15000%, alcanzando los 41 mil millones de dólares en 2020.
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