Al igual que al pollo, ¿pasa algo si lavas de esta manera la fruta y verdura?

La Organización de Consumidores y Usuarios recomienda tomar cinco raciones de frutas y verduras al día para cuidar la salud. Lo mejor es apostar por frutas y verduras de temporada para disfrutar al máximo de sus propiedades, y ahora que llega el verano el melón y la sandía son fundamentales en la lista de la compra.

De mismo modo que ocurre con otros alimentos, como por ejemplo el pollo, es muy importante que sepamos cómo manipular y conservar la fruta y la verdura para que no se eche a perder.

Cómo limpiar fruta y verdura

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos advierte que los productos frescos pueden contaminarse de muchas formas distintas. Durante la etapa de crecimiento, las frutas y verduras pueden verse afectadas por el agua, la tierra o la fertilizante.

Tras la cosecha, pasan por muchas manos, lo que aumenta de forma exponencial el riesgo de contaminación. Por supuesto, la contaminación también puede producirse una vez los productos han sido comprados, debido a un mal almacenamiento o durante la preparación.

Es esencial escoger productos que no estén dañados o golpeados. Cada vez es más frecuente encontrar frutas y verduras precortadas, como bolsas de lechuga o tajadas de melón. Este tipo de alimentos deben estar refrigerados, tanto en la tienda como en el hogar.

Para lavar y la fruta de verdura de forma segura para evitar la contaminación de estos alimentos, sólo hay que seguir una serie de consejos muy sencillos.

  • Lo primero es lavarse las manos con abundante agua tibia y jabón antes de preparar los alimentos, sobre todo si se van a consumir en crudo.
  • Todas las frutas y verduras hay que analizarlas al detalle para comprobar si tienen alguna parte dañada o golpeada, y, si es así, desecharla.
  • A continuación se frotan con suavidad los alimentos bajo un chorro de agua fría.
  • Los productos frescos siempre hay que lavarlos antes de pelarlos, de tal modo que la suciedad no se transfiera al cuchillo.
  • Y, por último, se secan las frutas y verduras con papel de cocina absorbente.

¿Qué conclusión podemos sacar de todo esto? Que la fruta y la verdura sí hay que lavarla, pero en el mismo momento en que vayamos a consumirla o prepararla, no antes, incluso si las vamos a consumir peladas o en zumo. Por lo tanto, al llegar a casa de la compra almacenamos estos alimentos como resulte conveniente, sin pasarlos antes por el agua.


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