Al menos 30 personas han muerto y otras 60 han resultado heridas, entre ellas muchos estudiantes, tras un atentado con un vehículo cargado de explosivos ocurrido este viernes en la provincia de Logar, en el este de Afganistán, según fuentes oficiales del país.
El atentado ha ocurrido sobre las 19.00 hora local (16.30 hora peninsular española) cerca de la casa de un notable y exmiembro del consejo municipal de la capital de Logar, Pul-e-Alam, ha informado el portavoz del gobernador de la provincia y además ha provocado el derrumbe de edificios y daños al principal hospital de la zona. El domicilio albergaba a varios estudiantes que iban a pasar la noche allí antes de realizar el examen de acceso a la universidad provincial, a funcionarios civiles y a miembros de las milicias progubernamentales que esperaban para ser trasladados vía aérea a otro distrito. Se desconoce por el momento quién esta detrás del ataque, que se produce en vísperas del décimo aniversario de la muerte de Bin Laden. Los talibanes no se han pronunciado al respecto.
El portavoz del Ministerio afgano del Interior, Tariq Arian, ha asegurado que el número de víctimas podría aumentar en las próximas horas porque se teme que haya muchos cadáveres bajo los escombros. Según otro portavoz del Ministerio de Salud, de los 60 heridos en la explosión, unos 40 han sido ingresados en el hospital, algunos en estado muy crítico. La delegación de la Unión Europea en Afganistán ha condenado el ataque. “En el sagrado mes del Ramadán, las horribles noticias sobre un coche bomba en la provincia de Pule-Alam, que ha matado y herido a civiles inocentes… son una tragedia para el país”, ha dicho en Twitter.
La violencia en Afganistán ha crecido en las últimas semanas después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, anunciase la retirada de las tropas de EE UU en el país asiático para el 11 de septiembre, fecha en la que se conmemoran los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono que prendieron la mecha de la guerra, poniendo fin así a dos décadas de presencia militar extranjera. Esa decisión irritó a los talibanes, que habían firmado un acuerdo previo con el anterior mandatario, el republicano Donald Trump, en el que se especificaba que los soldados estadounidenses se retirarían el 1 de mayo si se cumplían determinadas condiciones de seguridad.
Source link