Un paisaje lleno de llamas, con pedazos de vagones derretidos esparcidos por todas partes. Es la imagen que describen los supervivientes del choque de trenes que se produjo la noche del martes en el Grecia central y que causó al menos 36 muertos y más de 85 heridos.
Unos 150 bomberos, con 17 vehículos y 4 grúas trabajan a contrarreloj para intentar salvar la vida de personas atrapadas entre los restos de los convoyes en lo que ha sido el peor accidente ferroviario de la última década en Europa.
Según informó el Cuerpo de Bomberos, hasta ahora se han recuperado 36 cuerpos sin vida, mientras que 66 personas heridas permanecen hospitalizadas, seis de ellas en cuidados intensivos.
La prensa local habla de decenas de desaparecidos y las autoridades estiman que aumentará el balance de víctimas mortales, mientras que los esfuerzos de los bomberos se centran en los primeros vagones donde hay personas atrapadas.
Se teme que la mayoría de ellas sean jóvenes que regresaban a la ciudad universitaria de Salónica tras la celebración de los carnavales el pasado fin de semana.
“Me comprometo a que se esclarezcan las causas de esta tragedia. Haremos todo lo posible para que no suceda nunca más una cosa como esta”, dijo el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en el lugar del siniestro.
Colisión a gran velocidad
Los dos trenes – uno de pasajeros y otro comercial – circulaban a gran velocidad cuando chocaron poco ante de la pasada medianoche al norte de la ciudad de Larisa, cerca de Tempe, una pequeña localidad situada en un valle donde se encuentra un túnel ferroviario, a unos 300 kilómetros al norte de Atenas.
Las imágenes de drones del lugar del accidente, publicadas en los medios locales, revelan la gran intensidad con la que se produjo al colisión, con los primeros vagones del tren comercial convertidos en una amorfa masa de metal calcinado.
El primer vagón del tren de pasajeros se encuentra completamente descarrillado al lado izquierdo de los rieles, mientras que grandes trozos de metal se encuentran esparcidos por todos lados, despedidos a una gran distancia.
“Las imágenes que vi apenas bajé del vagón fueron increíbles, trágicas. Vi llamas por todas partes, pedazos de metal de los vagones se habían derretido y mucha gente perdió la vida. No tuvieron tiempo de salir”, dijo un pasajero a la agencia estatal griega AMNA.
Los médicos forenses están pidiendo pruebas de ADN a los familiares de los pasajeros, ya que muchos de los cuerpos que fueron recuperados no son identificables de otra manera.
Todo indica que los trenes, operados ambos por la empresa Hellenic Train, circulaban en la misma vía a gran velocidad en el momento del choque, por lo que los respectivos conductores y otros miembros de las tripulaciones murieron en el accidente.
Las primeras pesquisas apuntan a un error humano.
El presidente del gremio de conductores de trenes de Grecia, Kostas Geridunias, denunció en la televisión privada de ERT el estado de deterioro en el que se encuentra la infraestructura ferroviaria del país.
“Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-Tesalónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores verían los semáforos en rojo y se detendrían a tiempo”, señaló.
Por estas razones, los conductores dependen casi por completo de las informaciones que reciben de los jefes de las estaciones pertinentes, recalcó Geridunias.
Detienen al jefe de estación
El jefe de la estación de Larissa ha sido detenido en el marco de una investigación que ha abierto la Fiscalía, que lo acusa delitos de homicidio involuntario e interferencia peligrosa con el tráfico.
Según los medios locales, en su testimonio señaló que dio orden para que el tren cambiara de vía, pero que el sistema no obedeció.
El tren de pasajeros chocó con el comercial tan solo unos metros después de que saliera del túnel ferroviario.
Según los Bomberos, en ambos trenes habían 342 pasajeros y 12 miembros de tripulación.
Aunque los trenes son operados por la empresa privada Hellenic Train, toda la demás infraestructura – incluidos los sistemas de seguridad – dependen del estatal Organismo de Ferrocarriles de Grecia (OSE).
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, declaró este miércoles un duelo nacional de tres día
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