Al menos cinco personas murieron este martes y otras 50 resultaron heridas en Goma, en el este de República Democrática del Congo (RDC), en las protestas que estallaron el lunes en varias ciudades del este del país para exigir la retirada de la misión de paz de Naciones Unidas (Monusco) en la RDC, confirmó este martes Patrick Muyaya, portavoz del Gobierno congoleño. El también ministro de Comunicación no indicó cuál fue la causa de la muerte de estas personas ni señaló a sus autores pero un periodista de la agencia Reuters declaró haber presenciado cómo cascos azules disparaban con fuego real a los manifestantes, matando a tiros a dos de ellos e hiriendo al menos a otros dos.
“Al menos cinco muertos, unos 50 heridos”, escribió en un tuit el portavoz Muyaya que anunció una rueda de prensa con el representante especial adjunto del secretario general de la ONU en Congo, Khassim Diagne, para informar del “balance humano y material”, así como sobre “las consecuencias por extraer” de este suceso.
Muyaya reconoció luego que las fuerzas de seguridad congoleñas habían efectuado “disparos de advertencia” para evitar los ataques contra el personal de la ONU. Sin embargo, el reportero de la agencia Reuters que cubría la protesta aseguró que la policía y los soldados congoleños no abrieron fuego contra los manifestantes y que fueron los cascos azules quienes trataron de repeler a la multitud utilizando gas lacrimógeno y, finalmente, disparando con munición real, lo que causó la muerte al menos a dos personas e hirió a otras dos, de acuerdo con su relato.
#RDC : #Goma au moins 5 morts, une cinquantaine des blessés, nous reviendrons dans la journée avec @k_diagne dans un #BriefingSpecial sur le bilan humain, matériels ainsi que les conséquences à tirer. Nous ferons aussi le point du processus de retrait déjà entamé de la @MONUSCO.
— Patrick Muyaya (@PatrickMuyaya) July 26, 2022
A primera hora de la mañana, cientos de manifestantes habían invadido los alrededores de la base logística de la Monusco mientras otros atacaban también el campamento de tránsito de la misión para la reinserción de antiguos miembros de grupos armados —incluidos ex niños soldado— en las afueras de Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte. Las fuerzas de seguridad congoleñas, mientras tanto, trataban de contener la protesta en las proximidades de la base logística. “No queremos ya a la Monusco”, “Bye bye (adiós) Monusco”, se leía en carteles de los manifestantes.
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La víspera, tras haber levantado barricadas en las grandes avenidas de la ciudad, los manifestantes se dividieron en dos grupos y asaltaron la sede local de la Monusco y su base logística. Una turba penetró en el cuartel general de la misión de Naciones Unidas rompiendo ventanas y paredes, antes de saquear las instalaciones y de prender fuego al menos a una garita de vigilancia. Numerosos vídeos en redes sociales mostraron a personas llevándose todo tipo de objetos, desde somieres y colchones a puertas y ventanas. Algunos asaltaron las casas de los trabajadores de la ONU que fueron evacuados con escolta militar, según Reuters.
Los saqueos se han repetido este martes, esta vez en el campamento de tránsito para excombatientes en proceso de reinserción que gestiona la Monusco.
#RDC GOMA. Après les malheureux événements d’hier, mise à sac ce matin d’un camp de transit d’ex combattants candidats au désarmement, parmi lesquels des enfants. A qui profite cette escalade? Certainement pas à la RDC, qui sera mise au ban des Nations. pic.twitter.com/N6rCpcEXqw
— Grégoire Kiro (@kiro_gregoire) July 26, 2022
La protesta había sido convocada por organizaciones de la sociedad civil y por una facción de las juventudes del partido gobernante del presidente Félix Tshisekedi, la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS). El 15 de julio, el presidente del Senado, Modeste Bahati, había pedido en Goma a los cascos azules que “hicieran las maletas” por su incapacidad de restablecer la paz en un país que prácticamente no la ha conocido nunca. Aunque las dos sucesivas guerras que vivió Congo desde 1988 acabaron oficialmente en 2003, al menos 122 grupos armados siguen activos en el este del país, según el Barómetro de Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés). Esta situación se ha visto agravada por el resurgimiento en noviembre de 2021 de una poderosa milicia, el M23, en la que muchos congoleños ven la mano de la vecina Ruanda, una acusación que el Gobierno ruandés niega.
Un manifestante sujetaba este lunes un cartel en el que se lee “Monusco, lárgate” ante la entrada del complejo de la Monusco, la misión de cascos azules de la ONU, en Goma. La manifestación fue convocada en protesta contra la supuesta inacción de la misión de Naciones Unidas para imponer la paz en la región. Moses Sawasawa (AP)
A la Monusco, presente en RDC desde 1999, se la considera una de las misiones más importantes y costosas de la ONU, con 14.100 soldados desplegados actualmente y un presupuesto anual de mil millones de dólares. Sus defensores arguyen que, sin ella, la violencia en Congo habría sido mucho peor en sus más de dos décadas de presencia en el país, así como que, pese a su tamaño, sus fuerzas son insuficientes para garantizar la seguridad de un país cuya extensión casi quintuplica la de España. Sus detractores argumentan, sin embargo, su pasividad ante masacres como la de la ciudad de Kisangani (noreste) en 2002, en la que murieron unas 1.200 personas, según Amnistía Internacional, pese a su presencia en la ciudad, o la de Kiwanja (este) en 2008, cuando 150 personas fueron masacradas y muchas mujeres violadas a 800 metros de la sede local de la misión de Naciones Unidas.
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